El primer ministro Binyamin Netanyahu y el titular de la coalición en la Knesset, legislador David Amsalem, decidieron que el nuevo proyecto de Ley de Enrolamiento no será sometido a votación en este período parlamentario.
En base a esta decisión, el Gobierno solicitará a la Corte Suprema de Justicia que otorgue una prórroga de seis meses para continuar las discusiones sobre la ley, a fin de resolver la disputa con las facciones ultraortodoxas.
En las últimas horas, Amsalem envió una carta al secretario de Gobierno pidiéndole que haga la presentación formal ante la justicia. Esto significa que el trabajo del comité especial que se ocupa de la cuestión en la Knesset se suspenderá y volverá a reanudarse en el futuro, de conformidad con la respuesta de la Corte Suprema.
El diputado David Amsalem explicó que “esta ley toca las fibras más sensibles del mundo ultraortodoxo. Hay que comprender, está destrozando familias. La ley no está suficientemente acabada y madura. Por ejemplo, la cuestión de las sanciones, ¿cómo traducirla en la práctica? En mi opinión, necesitamos al menos otros seis meses, para que podamos trabajar en esta ley y llevarla a su debida preparación y madurez”.
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