El primer ministro Binjamín Netanyahu reafirmó que desea la paz con el
palestino, pero eso es muy importante para hacer muy claro eso que a la decisión
de EE.UU. de vetar una resolución en la ONU condenatoria de los asentamientos
judíos, asegurando que su país sigue comprometido con el diálogo de paz con los
palestinos. “Aspiramos a una solución que combine las aspiraciones legítimas de
los palestinos con la necesidad de seguridad y reconocimiento de Israel.
La decisión de EE.UU. deja claro que la única vía hacia la paz es a través de
las negociaciones”, reza un comunicado difundido por la Oficina del Primer
Ministro. Washington impidió con un polémico veto que el Consejo de Seguridad de
la ONU adoptara una resolución contra los asentamientos judíos. “Israel sigue
comprometido a la paz regional con todos sus vecinos, incluidos los palestinos”,
precisa la Oficina de Netanyahu.
El Ministerio de Exteriores subraya esa idea en otro comunicado en el que afirma
que “las negociaciones directas entre Israel y los palestinos siguen siendo, y
siempre han sido, la única manera de resolver el conflicto entre ambas partes”.
En cambio, la dirección Palestina lamentó en Ramala, capital administrativa de
Cisjordania, la decisión estadounidense de vetar la resolución condenatoria de
la política de asentamientos de Israel.
El dirigente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Yaser
Abed Rabbo, manifestó que la decisión de la Casa Blanca “es un llamamiento para
repensar toda la idea del proceso de paz”.presidencial de la Autoridad Palestina
(AP), Nabil Abu Rudeina, calificó el veto de “un incentivo más para que Israel
continúe la colonización del territorio palestino”.
La embajadora de EE.UU. ante la ONU, Susan Rice, resaltó tras la votación que su
posición no se puede interpretar como un respaldo a los asentamientos que Israel
ha construido en los territorios tras la guerra de 1967.El proceso de paz
auspiciado por EE.UU. se encuentra estancado desde finales de septiembre,
después de los palestinos abandonaran las negociaciones de paz justificando esta
medida en la finalización de una moratoria de diez meses, cumplida por Israel, a
la construcción en los asentamientos judíos de Judea y Samaria (nombres bíblicos
de Cisjordania).
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