El primer ministro Biniamín Netanyahu presentó una solicitud para posponer hasta después de las elecciones de marzo 2015 los procedimientos judiciales en su contra, a raíz de una demanda presentada por un ex empleado de la casa de la familia Netanyahu.
Sara Netanyahu debe declarar en la causa en la que su empleado Menny Naftali la acusó de abuso, según dictaminó esta semana el Tribunal Laboral de Jerusalén.
“Con el fin de evitar un efecto inaceptable sobre el sistema político, las deliberaciones deben ser pospuestas debido a las próximas elecciones” reza la solicitud de Netanyahu, según difundió el portal de noticias Ynet.
Los abogados de Naftali se opusieron a la medida, diciendo que el tribunal no debe tener en cuenta las consideraciones políticas. Estos son irrelevantes en un tribunal de trabajo, de acuerdo con los abogados.
Naftali presentó una denuncia contra sus antiguos empleadores en marzo de 2014, proporcionando descripciones extensas de humillación, comentarios racistas y ataques de ira que presuntamente sufrió a manos de Sara Netanyahu. Naftali está demandando al primer ministro por daños de un millón de shékels.
Naftali también alegó que Sara Netanyahu no cumplía con ciertas obligaciones financieras en relación con su empleo y que no fue compensado por horas irregulares o días de trabajo.
Los Netanyahu negaron las acusaciones a principios de junio, y afirmó que Naftali arremetió violentamente contra otros trabajadores. Dijeron que Naftali era muy consciente de las circunstancias especiales del trabajo implicaba, entre ellas las inusuales horas de trabajo y disponibilidad constante, y había accedido a cumplir con los términos antes de aceptar el cargo.
Alegaron que Naftali nunca se había quejado de cualquier abuso supuesto, ni siquiera en su carta de renuncia. Afirmaron que el ex custodio había dicho que renunciaba porque no se le concedió un puesto permanente.
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