Nuevas manifestaciones estaban previstas este viernes en Irán para apoyar al régimen, en reacción al movimiento de protesta en todo el país que empezó a finales de diciembre y ha dejado 21 muertos.
Las autoridades iraníes seguían sin reaccionar este viernes por la mañana al anuncio de Estados Unidos de imponer nuevas sanciones a grupos industriales sospechosos de participar en el programa de misiles balísticos de Teherán.
“Las manifestaciones se celebrarán tras la oración del viernes [por la la tarde] en 40 lugares de la provincia de Teherán” han anunciado los medios oficiales.
Tras cinco días de importantes protestas, entre el 28 de diciembre y el 1 de enero, el país ha recuperado la calma, en medio de un importante despliegue de las fuerzas de seguridad.
En los últimos tres días no ha habido manifestaciones de protesta en la capital iraní.
Las manifestaciones han dejado 21 muertos, en su mayoría manifestantes, y centenares de personas han sido arrestadas, 450 de ellas en Teherán. Numerosos coches y edificios oficiales fueron atacados o incendiados.
Como respuesta, importantes manifestaciones fueron organizadas el miércoles y jueves en unas 40 ciudades de las provincias iraníes para apoyar al régimen.
“Estamos todos juntos, tras el Guía” supremo, el ayatolá Ali Jamenei, gritaban los manifestantes, además de los tradicionales gritos de “¡Muerte a Estados Unidos!” o “¡Muerte a Israel!”, según imágenes de la televisión de Estado.
Las autoridades acusan a los “grupos contrarrevolucionarios” y a los Muyahidines del Pueblo, el principal grupo de oposición, prohibido, de crear disturbios, aprovechándose de las manifestaciones “legítimas” de la población contra las dificultades económicas.
Irán asegura que los Muyahidines están vinculados a Arabia Saudita, su gran rival regional, un país al que acusan, junto a Estados Unidos, de atizar los disturbios al apoyar las manifestaciones de protesta.
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