El presidente de Estados Unidos, Barack Obama y el primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu, volverán a encontrarse una año después de su reunión anterior y tras las tensiones y desencuentros que generaran el proceso de negociaciones y la firma del tratado nuclear con Irán.
Fuentes diplomáticas citadas hoy por el diario Israel Hayom indican que el diálogo se centrará en el mantenimiento de la ventaja cualitativa de Israel sobre los países de la región en materia de seguridad, y de la ayuda estadounidense a Israel durante la próxima década en ese sentido.
Además, las fuentes detallaron que los objetivos del encuentro fueron fijados en base a una premisa: Medio Oriente es una región inestable y lo será al menos durante la próxima década. Esta premisa está respaldada por informes elaborados por equipos profesionales de los dos países, y establece que Estados Unidos proporcionará a Israel – según las fuentes – “una variedad de medios, para enfrentar una variedad de amenazas, y proporcionar una variedad de soluciones,”.
En el encuentro se abordará también la ayuda financiera a largo plazo y la cooperación en el campo de la cibernética, de la fuerza aérea, terrestre y marítima, y en materia de inteligencia. Israel demandará una respuesta defensiva contra misiles de largo alcance y cohetes de precisión.
Un funcionario de alto rango declaró a Israel Hayom que tanto en Israel como en Estados Unidos comprenden el hecho de que aún después del acuerdo nuclear, el régimen de Teherán no se ha vuelto menos peligroso. El dinero que fluye a Irán con el levantamiento de las sanciones es canalizado para financiar el terrorismo. “Estados Unidos e Israel están sincronizados y evalúan de igual manera la cambiante situación de la región”, señaló el funcionario.
“Obama no cree en la posibilidad de que se reanude el proceso de paz durante el próximo año”
La Casa Blanca informó en las últimas horas que durante la reunión de los dos mandatarios también se tratará el conflicto palestino-israelí, aunque funcionarios norteamericanos expresaron pesimismo en este sentido.
Rob Malley, asesor especial de Barack Obama sobre Medio Oriente, dijo en una conferencia de prensa que “El presidente ha llegado a la conclusión realista de que no habrá un acuerdo de paz durante lo que le queda de mandato (hasta enero de 2017) y que probablemente ni siquiera habrá negociaciones directas”.
El funcionario aseguró que ésta es “la primera vez” en alrededor de dos décadas en que la Casa Blanca enfrenta “una realidad donde la perspectiva de una solución de dos Estados no es alcanzable” con el ambiente actual en la región. Según Malley, “Obama quiere oír qué ideas tiene el primer ministro (israelí) para ayudar a estabilizar la situación sobre el terreno y dar una señal a los palestinos de que están comprometidos con una solución de dos Estados”.
Por su parte, el asesor adjunto de seguridad nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes, aseguró a la prensa norteamericana que el presidente Barack Obama espera que Netanyahu emprenda “acciones de construcción de confianza” con los palestinos.
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