La OTAN tiene previsto mantener sus ataques sobre Libia cuando el próximo mes de agosto comience el Ramadán si el régimen de Muammar Gaddafi sigue utilizando la fuerza contra la población.
“Tenemos que ver si las fuerzas de Gaddafi continúan bombardeando. Si lo hacen y creemos que hay riesgo para los civiles, sería altamente apropiado continuar para proteger sus vidas”, señaló hoy en una rueda de prensa el comandante Mike Bracken, portavoz de la misión aliada.
El mes del ayuno musulmán se desarrollará este año entre el 1 y el 30 de agosto.
El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, ya subrayó la pasada semana que la Alianza tiene mandato de las Naciones Unidas para proteger a los civiles y mostró su confianza en que sea el régimen de Gaddafi el que frene la violencia durante el Ramadán.
Mientras tanto, la intención de los aliados es “seguir manteniendo la presión” sobre las fuerzas leales a Trípoli, indicó hoy el portavoz.
Según las informaciones de la OTAN, Gaddafi ya no es capaz de lanzar “ataques coordinados” en Libia y sigue registrando abandonos en sus filas.
Desde el comienzo de su misión, la OTAN ha destruido alrededor de 3 mil objetivos militares del régimen, indicó hoy Bracken.
La Alianza, en cualquier caso, sigue insistiendo en que debe haber una solución política del conflicto, que debe buscarse principalmente a través del Grupo de Contacto sobre Libia instituido por la comunidad internacional.
El secretario general aliado participará en su próxima reunión en Estambul, un encuentro al que llegará con “ideas realistas y pragmáticas”, según dijo hoy su portavoz.
Antes, el propio Rasmussen y los embajadores de los veintiocho países de la organización se verán en Bruselas con una delegación del Consejo Nacional de Transición (CNT), con el que esperan tratar mañana la situación sobre el terreno en el país y sus perspectivas para el futuro.
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