El ministro de Defensa de Israel, Benny Gantz, anunció este viernes que partirá el domingo para una visita oficial a los Estados Unidos en la que se tratarán temas de política de seguridad, por segunda vez en dos semanas.
Gantz se reuniría, entre otras cosas, con el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, y la embajadora de Estados Unidos ante ese organismo, Linda Thomas-Greenfield.
El ministro de Defensa también realizará sesiones informativas para los embajadores de los países del Consejo de Seguridad y los embajadores de las naciones firmantes de los Acuerdos de Abraham en las Naciones Unidas.
En su visita anterior el ministro de Defensa, recorrió la sede del Comando Central de Estados Unidos en Florida y se reunió con el Asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan.
La visita se realizó como parte de los intentos de Israel de influir en el acuerdo nuclear que se está gestando con Irán y las potencias.
Israel trabaja para presionar a la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) para que actúe contra Irán, tras el informe publicado ayer, según el cual Teherán tiene suficiente uranio enriquecido para producir una bomba.
Esto se da con las negociaciones entre Irán y las potencias en torno a la vuelta al acuerdo nuclear como telón de fondo.
Funcionarios israelíes expresaron en diálogo con el noticiero de la televisión estatal israelí (KAN) que «a luz de las violaciones iraníes, está claro que la agencia necesita aprobar algún tipo de decisión sobre Irán», e Israel «está trabajando para que eso suceda».
En esta etapa, no se espera ninguna resolución contra Irán, a pesar del informe de la AIEA, según el cual, como se mencionó, Teherán almacenó suficiente uranio enriquecido para producir una bomba, y que «no se puede determinar con certeza que el programa tiene fines pacíficos».
Según el reporte, las reservas de uranio enriquecido de Irán (hasta un 60%) aumentaron y superaron la cantidad que a veces se define como suficiente para una bomba nuclear.
También se informó que las reservas de Irán de uranio enriquecido al 60% -el que enriquece las centrifugadoras hasta un estado de acumulación de gas- aumentó desde el último informe en mayo de 2022, en un estimado de 12,5 kilogramos, a una cantidad total de 55,6 kilogramos.
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