“El que no quiere a Dios y tiene un iPhone o cualquier otro dispositivo de la especie, no puede dirigir la oración ni tener una aliá en la Torá”, expresó el Rabino. Además, remarcó que incluso si el individuo es el único Kohén (miembro de la clase sacerdotal) presente, sus derechos se deben omitir y se debe dar el lugar a otra persona.
Durante la reunión, se dejó en claro que todos los jasidim no deben utilizar cualquier dispositivo que les facilite acceso a Internet, a menos que sea necesario por motivos de trabajo. Se aclaró además que incluso los que tienen permiso para usar los teléfonos inteligentes, tienen prohibido tenerlos en la sinagoga.
La aplicación WhatsApp ha recibido una atención especial por los rabinos, que condenaron duramente el uso de la aplicación y les pidieron a los estudiantes de las yeshivot que se desconectaran de ella. Según ellos, sólo puede ser utilizado para comunicarse con alguien que no es ortodoxo y sólo con fines laborales.
QUE SE DEJEN DE JODER NO ESTAMOS EN LA EPOCA DEL HOMBRE GORILA
Quiero comentarles, a quien tenga ojos para ver y paciencia para razonar, que la respuesta al “problema” planteado consta en el mismo diario, en el articulo sobre la judeofobia, donde dice:
“Lo que curó a los perros de la rabia fue su mismo veneno que de ahí sacaron la milagrosa vacuna. La vacuna que puede curar la judeobobia y la rabia antisionista es la tolerancia, la justicia y el amor a tus semejantes no importa que sean de otra raza, religión y país.”
Haciendo la salvedad que estamos hablando de javerím ¿o no?