La Policía israelí ingresó la mañana de este lunes a la Explanada de las Mezquitas, un área venerada tanto por musulmanes como por judíos, con la intención de sofocar la violencia que incluía el lanzamiento de piedras.
«Irrumpir en la mezquita de Al Aqsa es un crimen cometido por la ocupación. El liderazgo palestino está estudiando todas las opciones para responder a esta atroz agresión contra los lugares sagrados y los ciudadanos», tuiteó Hussein al-Sheikh, un alto funcionario de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), uno de los asesores del presidente palestino, Mahmud Abás.
La violencia en el complejo de Al Aqsa vive su cuarto día consecutivo con unos 500 palestinos heridos desde el fin de semana en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad israelíes.
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