Luego del asesinato de un militar en Londres en plena vía pública las protestas contra grupos musulmanes e incluso el ataque a mezquitas han sido parte de las reacciones de grupos británicos de extrema derecha.
Después del ataque uno de los agresores justificó sus actos con argumentos propios del islamismo radical y según medios británicos mientras el fallecido era apuñalado en el barrio Woolwich sus verdugos gritaban “Alá es grande”.
La noticia ha desatado protestas por parte de decenas de seguidores del grupo ultraderechista English Defence League (EDL), quienes se congregaron a las pocas horas del asesinato a las puertas del arsenal de Woolwich, coreando consignas anti-musulmanas. Varios de ellos se enfrentaron a las fuerzas antidisturbios de la policía, que se tuvo que emplear a fondo para disolver la protesta, convocada a través de las redes sociales, informó el diario El Mundo.
El rotativo agregó “Están cortando las cabezas de nuestros soldados: esto es el islam”, proclamó el líder de la Liga de Defensa Inglesa Tommy Robinson. “Esto es lo que hemos visto hoy: han cortado la cabeza a un soldado en las calles de Londres” (la noticia de la supuesta decapitación circuló durante horas por internet, en ausencia de una versión oficial de la policía).
“A nuestras próximas generaciones les van a enseñar que el islam es una religión de paz”, añadió Robinson. “La verdad es que nunca lo ha sido. Lo que hemos visto hoy es el islam, y ya hemos tenido demasiado. Tiene que haber una reacción. El Gobierno tiene que escuchar, la policía tiene que escuchar y entender la ira de la gente en Gran Bretaña”, añadió El Mundo quien amplió que los manifestantes y la policía se enfrentaron durante gran parte de la noche.
Dos detenidos por ataque a mezquitas
En tanto, dos hombres fueron detenidos después de varios ataques contra mezquitas, entre ellos un hombre de 43 años a quien acusan de intento de incendio después de que entrara presuntamente con un cuchillo en una mezquita de Braintree, Essex. El responsable de la mezquita, Sikander Saleemy, aseguró a un canal de noticias que sentía que se trataba de un “ataque de venganza”, según el portal de El País.
Saleemy dijo además “La policía ha dicho que es demasiado pronto para vincularlo con lo que ha sucedido en Woolwich, pero los que estábamos aquí sentimos que se trataba de algún tipo de venganza. Nos quedó claro por el comportamiento del hombre”.
“Condenamos absolutamente lo sucedido en Woolwich, pero no tenía nada que ver con nosotros. Fue un acto terrible de terror, que de ninguna manera fue islámico. Me gustaría que no se describiera como tal, porque lamentablemente la gente empezará a culpar a los musulmanes”, agregó Sikander Saleemy.
El País también informó que la policía de Kent recibió una llamada que informaba de daños criminales en una mezquita en Canterbury Street, Gillingham, a las 8:40 de la noche. Un portavoz aseguró que un hombre fue detenido bajo sospecha de daño criminal con agravante racial.
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