Sean Spicer, portavoz de la Casa Blanca, renunció a su cargo en protesta por la designación de un inversionista neoyorquino cercano al presidente Donald Trump como nuevo director de Comunicaciones, agudizando la crisis interna que vive el gobierno de Donald Trump.
En mayo pasado, el gobierno de Trump estaba en conversaciones con Kimberly Guilfoyle para reemplazar a Sean Spicer como portavoz de la Casa Blanca.
Guilfoyle, de 48 años, fue considerada originalmente como secretaria de Prensa durante la transición presidencial, pero se le dio el empleo a Spicer, quien era vocero del Comité Nacional Republicano.
Spicer tuvo un mal inicio en su trato con reporteros y en días recientes han corrido rumores en Washington, D.C. de que podría ser reemplazado.
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