El ataque contra la fábrica militar de Sudán fue un “ensayo de un próximo ataque sobre Irán”, señala un reporte del periódico británico Sunday Times.
El rotativo que cita fuentes anónimas israelíes y occidentales de defensa indica que el ataque fue perpetrado por ocho aviones de combates, dos helicópteros y un avión para el reabastecimiento en vuelo de combustible.
La fuerza sobrevoló a baja altura el Mar Rojo para evitar ser detectada por la defensa aérea egipcia y empleó sistemas electrónicos avanzados para neutralizar los radares sudaneses.
Cuatro aviones de combate ejecutaron el bombardeo, los otros cuatro fueron usados para cubrirlos, en tanto que los helicópteros
transportaron, cada uno, a una decena de comandos, que estaban dispuestos en reserva por si se precisaba recuperar a algún piloto derribado.
“Fue una muestra de fuerza, pero solamente una fracción de nuestra capacidad – y de lo que los iraníes pueden esperar en la cuenta final hacia la primavera”, expresó una fuente de defensa al Sunday Times.
Oficiales israelíes se han negado a confirmar o desmentir el ataque contra el complejo industrial militar sudanés. En cambio han acusado a Sudan de cumplir un papel importante en la red iraní de suministros de armas hacia Hamás y Hezbollah. Israel sostiene que Sudán cumple un rol clave como punto de paso en la ruta que realizan las armas con destino a los grupos terroristas que controlan el Líbano y la Franja de Gaza.
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