El ex gobernador de Nuevo Mexico Bill Richardson anunció este martes que abadonará Cuba el miércoles “decepcionado” porque el gobierno le negó el permiso para ver al contratista estadounidense Alan Gross, condenado a 15 años de prisión acusado de espionaje.
“Me voy mañana porque no he podido visitar a Gross ni discutir su caso con el gobierno cubano. Estoy muy decepcionado”, afirmó en español Richardson, en conferencia de prensa.
“Mi conclusión es que tal vez el gobierno cubano ha decidido que no quiere mejorar relaciones con Estados Unidos, tal vez ése es el mensaje que le mandan a un amigo o ahora, tal vez, a un ex amigo”, agregó.
Richardson, quien viajó el pasado miércoles a Cuba para interceder por Gross en una visita privada pero apoyada por el gobierno de Barack Obama, aseguró que el gobierno cubano lo invitó “a venir a Cuba a discutir el caso”.
No obstante, el también ex embajador de Washington ante Naciones Unidas dijo que “inmediatamente” llegó a la Habana, las autoridades le dijeron “que no podía ir a visitarlo, ni menos llevarlo a Estados Unidos”.
Gross, de 62 años, fue condenado por los tribunales cubanos a 15 años de prisión bajo cargos de actuar “contra la independencia y la soberanía” de la isla, al entregar equipos de comunicación satelital a personas consideradas opositoras por el gobierno.
Su arresto en diciembre de 2009 terminó con un breve período de distensión política entre Estados Unidos y Cuba -iniciado con la llegada de Obama a la Casa Blanca- pues Washington exige a La Habana su libertad incondicional.
Washington reconoce a Gross como empleado de la empresa Development Alternatives (DAI), contratada por la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID) del Departamento de Estado, pero sostiene que suministraba celulares y equipos a grupos judíos para ayudarles a comunicarse con el exterior.
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