El 1 de septiembre de 1939, con la invasión alemana de Polonia, se dio el primer paso bélico de la Alemania nazi en su pretensión de fundar un gran imperio en Europa, que produjo la inmediata declaración de guerra de Francia y la mayor parte de los países del Imperio Británico y la Commonwealth al Tercer Reich.
La Segunda Guerra Mundial, entre 1939 y 1945, fue la mayor contienda bélica de la Historia, con más de cien millones de militares movilizados, y marcada por hechos de enorme significación que incluyeron la muerte masiva de civiles, el Holocausto y el uso, por primera y única vez, de armas nucleares en un conflicto militar.
Fue, también, el conflicto más mortífero en la historia de la humanidad, con un resultado final, según diversas fuentes que hasta ahora no se ponen de acuerdo, de entre 50 y 70 millones de víctimas.
La guerra acabó con una victoria total de los Aliados sobre el Eje en 1945. La Segunda Guerra Mundial alteró las relaciones políticas y la estructura social del mundo.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) fue creada tras la conflagración para fomentar la cooperación internacional y prevenir futuros conflictos. La Unión Soviética y los Estados Unidos se alzaron como superpotencias rivales, estableciéndose el escenario para la Guerra Fría.
Al mismo tiempo declinó la influencia de las grandes potencias europeas, materializado en el inicio de la descolonización de Asia y África.