Recientemente, la Universidad Hebrea de Jerusalén publicó los resultados de una encuesta llevada a cabo entre el 29 de septiembre y el 1 de octubre en Israel.
Al analizar los resultados obtenidos, se revela que a un año del ataque de Hamás del 7 de octubre, el 62% de los encuestados cree que las divisiones internas representan un peligro mayor que las amenazas externas. Además, el estudio confirma que un 34% de los israelíes expresó incertidumbre sobre el futuro del país, y más del 20% indicó que estaba considerando emigrar.
Con respecto a la guerra en Gaza, menos de la mitad de los encuestados están satisfechos con el progreso llevado a cabo por el gobierno de Benjamín Netanyahu. Sin embargo, el apoyo a las operaciones en el frente norte es mayor al promedio general, llegando al 80% de los encuestados de la región.
Más de la mitad de los encuestados considera que el principal objetivo de la guerra debería ser el retorno de los rehenes, y solo el 15.8% da prioridad al derrocamiento de Hamas.
La percepción de que la guerra uniría a la sociedad israelí ha disminuido: en octubre de 2023, el 77% pensaba que promovería la cohesión, pero solo un año después solo el 40% cree que el conflicto bélico ha cumplido ese papel.
En cuanto a la figura del primer ministro, el 66.5% de los israelíes cree que debería renunciar, y 33% pide su salida inmediata.
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