La vacuna de Oxford fue noticia en todo el mundo hace unos días cuando se dio a conocer que las pruebas con 1.077 voluntarios en las fases 1 y 2 muestran que ésta es segura y tiene la capacidad de generar una respuesta positiva en el sistema inmune.
Igualmente en plática con el Profesor Halevi del Centro Médico Shaare Zedek de Israel se refería a este trabajo como uno de los más avanzados para encontrar una vacuna fiable
Sarah Gilbert Lidera el equipo de investigación de la Universidad de Oxford que ha anunciado haber superado con éxito la primera fase del estudio. Su implicación es tal que ha probado la vacuna en sus hijos, trillizos y futuros bioquímicos, como ella.
En mentes como la suya, el mundo tiene puesta la esperanza de frenar una pandemia que ya se ha cobrado más de 600.000 vidas en menos de un año.
Justamente este lunes habian anunciado haber superado con éxito la primera fase del estudio de su vacuna contra el coronavirus.
Pero una vez que se obtenga una vacuna segura, que proteja del virus y no tenga efectos secundarios adversos, la gran pregunta es cómo se va a distribuir para 7500 millones de personas en todo el mundo y quiénes serán los primeros en recibirla. Para llegar a esa respuesta existen varios criterios que los expertos epidemiólogos a nivel mundial consideran.
Las expectativas son tan buenas que, tras aliarse con el poderoso laboratorio AstraZeneca y recibir una donación de 700 millones de euros por parte de Bill Gates, el laboratorio de la Universidad de Oxford ha conseguido convencer a varios gobiernos a nivel mundial y ya tiene en proceso de fabricación 2.000 millones de dosis por si termina resultando ser la adecuada.
De llegar a serlo, y tras comprometerse a venderla a precio de costo mientras dure esta crisis, no sería descabellado pensar en Gilbert y en su equipo como serios candidatos al premio Nobel.
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