Fuerzas de seguridad sirias fueron emplazadas en las colinas que rodean la ciudad costera de Banias, preparándose para un posible ataque a la urbe con el objeto de aplastar el levantamiento popular, que ya lleva cinco semanas, afirmó uno de los líderes de las protestas.
“Las fuerzas, vestidas de negro, portando fusiles Kalashnikov AK-47, fueron desplegadas en las colinas. Vehículos blindados pasaron por la autopista adyacente a Banias en la noche”, dijo Anas al-Shaghri,
desde la localidad, que ha sido testigo de la intensificación de protestas en favor de la democracia contra el régimen de Presidente Bashar Asad.
“Estamos esperando un ataque en cualquier momento. Vamos a recibirlos en la entrada de la ciudad con el pecho desnudo”, dijo Shaghri.
Mientras tanto, los disparos resonaban en la sureña ciudad de Daraa, donde los cadáveres aún yacen en las calles un día después del comienzo de la brutal represión del gobierno contra la insurrección popular, dijeron los residentes.
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