Al menos tres personas murieron hoy en la ciudad central de Homs por la represión de las fuerzas leales al régimen de Bashar al Asad, pese al compromiso de las autoridades sirias de detener la violencia en el país.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos precisó que los muertos perdieron la vida en los barrios de Bab Amro y de Al Inshaat en Homs, uno de los bastiones de la oposición al régimen.
En Bab Amro todavía continúan los disparos de artillería pesada, según ese grupo opositor.
Estas informaciones no han podido ser verificadas de forma independiente debido a las restricciones que impone el régimen sirio a los periodistas para trabajar.
Las víctimas se producen horas después de que las autoridades de Damasco se comprometieran ante los países árabes en El Cairo a cesar
la violencia y liberar a los detenidos durante las protestas contra el régimen.
La hoja de ruta trazada por una comisión ministerial de la Liga Árabe recibió la aprobación ayer del Gobierno sirio, que también aceptó abrir sus fronteras al escrutinio de observadores árabes y de la prensa internacional.
Además, el plan estipula el repliegue de ciudades y barrios del país de “toda presencia armada”.
La Liga Árabe advirtió a Siria de que volvería a reunirse para adoptar medidas si no aplicaba inmediatamente la iniciativa.
Los grupos opositores recibieron con escepticismo el anuncio y dudaron del cumplimiento de las promesas de las autoridades sirias.
Desde mediados de marzo pasado, Siria es escenario de revueltas populares contra el régimen de Al Asad, que han causado la muerte de unas 3.000 personas, entre ellas unos 187 menores, según las últimas cifras de la ONU. EFE
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