Con la presentación de Argentina como el país invitado para su próxima edición y una asistencia de 750 mil personas, hoy cerro la Feria Internacional del Libro 2013.
Tradicionalmente el acto de clausura es la entrega del Homenaje de Periodismo Cultural Fernando Benítez, que este año fue para el cronista Juan Villoro.
Para 2014 Argentina repetirá como país invitado –la última vez fue en 1997—en el marco de la conmemoración del centésimo aniversario del natalicio de Julio Cortázar.
La próxima edición de la Feria y sus principales actividades estarán dedicadas al autor de “Rayuela”. En el acto de cambio de estafeta que se llevó a cabo por la mañana del domingo, se dejó abierta la posibilidad de que estén invitados autores tan importantes como Ricardo Piglia.
El festín literario más importante de América Latina trajo en 2013 la presencia de tres premios Nobel: el escritor peruano Mario Vargas Llosa, la israelí, científica, Ada Yonath y el presidente hebreo Shimon Peres. La entrega del premio de Lenguas Romances de la FIL fue para el poeta francés Yves Bonnefoy.
El homenaje a Israel fue uno de los puntos más polémicos de la edición que termina.
La presencia de Peres generó cuando menos tres protestas durante el fin de semana de inauguración de manifestantes que expresaron su rechazo a “las políticas intervencionistas” de Israel sobre Palestina.
En medio de una seguridad extraordinaria, porque no se había visto en otras ediciones de la Feria, también se llevó a cabo una manifestación de las integrantes de la caravana de madres centroamericanas en busca de sus hijos –provenientes de Honduras, El Salvador, Nicaragua y Guatemala—quienes se instalaron frente a la entrada principal de la Expo Guadalajara y mostraron las fotografías de sus desaparecidos.
Esta es la novena ocasión en que las madres se organizan para recorrer, desde Centroamérica, la ruta que siguen los migrantes en su paso por México para llegar a Estados Unidos de América.
El recuerdo del fallecido ex presidente sudafricano Nelson Mandela también estuvo presente; por ejemplo, durante la gala de El placer de la Lectura del 5 de diciembre –el día en que falleció el político y luchador social—, los escritores Edmundo Paz Soldán de Bolivia, Laura Restrepo de Colombia y Marcelo Leonart de Chile recordaron al premio Nobel de la Paz.
Edmundo Paz señaló que Mandela ha sido una gran inspiración para los bolivianos y lamentó que su país haya tardado “200 años en tener un presidente indígena, lo cual me parece una suerte de vergüenza histórica boliviana (…) en los últimos diez años la cosa ha cambiado y la autoestima del país ha subido”, señaló.
El foro cultural de la FIL también fue uno de los más esperados; en él se presentaron el grupo israelí Infected Mushroom y la pianista mexicana Daniela Liebman, quien a su corta edad –11 años—ha impresionado por su virtuosismo.
Entre las innovaciones de este año, se presentó por primera vez un stand dedicado exclusivamente a la venta de libros en Braille. Dentro de ellos una colección especial de relatos breves para niños, impresa tanto en Braille como en tinta, con el objetivo de fomentar el gusto por la lectura en niños ciegos y normovisuales.
Recibe Villoro premio al periodismo cultural Fernando Benítez
Con humildad y cariño Juan Villoro rindió homenaje a su maestro Fernando Benítez, al recibir el premio al Periodismo Cultural de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara que lleva su nombre.
Entereza y valentía fueron los dos principios que le enseñó Benítez y al recordar a quienes han muerto en México por ejercer su mismo oficio, deseó que los reporteros rescaten y defiendan estos valores que a su parecer se han perdido en la industria.
Villoro relató la anécdota que marcó para siempre su visión del oficio que ha desempeñado durante más de la mitad de su vida.
“Una tarde caminaba con Fernando Benítez cuando advirtió que dos policías hostigaban a una vendedora ambulante. La mujer era extorsionada”, relató, “El cronista de los indios increpó a los policías, luego abrió su cartera, tomó un puñado de billetes, los arrojó al suelo y dijo ‘repten por ellos, miserables’ (…) ‘no merecen que les tengamos miedo, hermanito’, me dijo”
“El miedo no se controla a voluntad, pero ante cada desafío del oficio escucho la voz de Benítez exigiendo entereza. Comencé escribiendo para él y nunca dejaré de hacerlo”, recordó.
Los periodistas, dijo, no pueden ser indiferentes y lamentó que en México cada vez sea más peligroso ejercer el oficio. Recordó a las víctimas de la violencia en el país y a los compañeros que cada día enfrentan con valor, el reto de denunciar las injusticias.
“El poeta o el novelista puede vivir abismado en sí mismo y mostrarse indiferente ante las injusticias de la realidad. El periodista no puede hacerlo: los límites del oficio son dramáticos en el país que es más peligroso para ejercerlo.
Para el autor de 61 años –quien pagó su primer viaje a Europa, pintando la cubierta del barco que lo transportaba—los temas que es posible abordar desde el periodismo cultural son tan amplios como la imaginación de sus reporteros. La cultura, dijo, es el aire que un país respira.
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