Decenas de voluntarios de diversas religiones ayudaron ayer a limpiar un cementerio judío después de que varias lápidas fueron derribadas por vándalos, por lo que el presidente estadounidense, Donald Trump, resaltó la unidad de los norteamericanos en contra el odio.
Trump, quien fue criticado por ser demasiado laxo en la denuncia de las amenazas y otros actos antisemitas en todo el país, abrió su discurso el martes por la noche en una sesión conjunta del Congreso con su más fuerte condena.
“Las recientes amenazas contra los centros comunitarios judíos y el vandalismo de los cementerios judíos nos recuerdan que, si bien somos un país que no está unido respecto a la política, sí lo estamos en condenar el odio y el mal en todas sus formas”, expresó.
Voluntarios de Boston llegaron a Filadelfia para rastrillar las hojas, ayudar a documentar el daño y rezar por la paz.
La policía no determinó quién estuvo detrás del vandalismo en el cementerio de Mount Carmel, que fue reportado durante el fin de semana. Varios donantes ofrecieron una recompensa que suma hasta 50.000 dólares por información que conduzca a un arresto.
La profanación de más de 100 tumbas en el cementerio ocurrió en el marco de una ola de amenazas de bomba a centros comunitarios judíos y escuelas de todo el país. Un cementerio judío en el suburbio de St. Louis también había sido blanco del antisemitismo.
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