En el Parque Arqueológico de Ostia Antica se ha encontrado un mikveh, un baño ritual judío, identificado durante las excavaciones realizadas en los meses de junio y agosto de 2024. El hallazgo de este mikveh es de singular importancia, pues representa una evidencia concreta de la presencia judía en la Ostia romana, consolidando su papel como un crisol de culturas y credos.
Según Alessandro Giuli, Ministro de Cultura de Italia, este descubrimiento refuerza la imagen de Ostia como un punto de encuentro de diferentes civilizaciones dentro del mundo mediterráneo, un lugar donde la diversidad era una realidad cotidiana en la Roma imperial.
Por su parte, Alfonsina Russo, Jefa del Departamento para la Valorización del Patrimonio Cultural, subrayó que la ubicación de Ostia, en la desembocadura del Tíber, favoreció su papel como centro de intercambio comercial, lingüístico y religioso.
La confirmación de una comunidad judía arraigada en esta ciudad portuaria se suma a otras pruebas arqueológicas que revelan la interacción de diversas poblaciones dentro del Imperio Romano.
El Director General de Museos, Massimo Osanna, destacó que los fondos destinados en los últimos años a la investigación arqueológica han permitido descubrimientos de esta magnitud. En este sentido, el Parque Arqueológico de Ostia Antica ha demostrado su liderazgo en la aplicación de nuevas metodologías de investigación. El hallazgo abre nuevas vías de estudio sobre la estructura social y religiosa de la Ostia romana.
El mikveh se encuentra en una estructura semi-subterránea con acceso a un pozo de agua de manantial, característica indispensable para la purificación ritual judía. La sala rectangular, con una abside semicircular, cuenta con una escalera de tres peldaños, severamente desgastados por el uso. El suelo presenta restos de pavimentación de ladrillos y un sistema de drenaje que garantizaba la renovación constante del agua.
Entre los objetos recuperados en la excavación destacan lucernas decoradas con la imagen de una menorá (candelabro de siete brazos) y un lulav (rama de palma), así como un vaso de vidrio bien conservado. Estos elementos, datados entre los siglos IV y VI d.C., sugieren que el mikveh estuvo en uso hasta el periodo tardoantiguo.
El Director del Parque Arqueológico de Ostia Antica, Alessandro D’Alessio, explicó que este descubrimiento confirma la presencia judía continua en la ciudad desde el siglo I d.C. hasta la caída del Imperio Romano Occidental. Este hallazgo se suma a la inscripción judía más antigua de Italia, encontrada en la necrópolis de Pianabella, así como a la sinagoga de Ostia, construida entre los siglos II y III d.C.
Riccardo Di Segni, rabino jefe de la Comunidad Judía de Roma, enfatizó la relevancia de este hallazgo dentro de la historia judía en la Diáspora. La existencia de un mikveh en Ostia demuestra el compromiso de la comunidad con la observancia de sus tradiciones, incluso fuera de la Tierra de Israel. Además, la elegancia y funcionalidad de la estructura sugiere que formaba parte de un complejo más amplio de carácter judío.
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