Un barco hundido por los nazis da lugar a un fascinante arrecife de coral
Investigadores examinaron cómo un buque de guerra británico, hundido en 1940, se convirtió en un hábitat fértil para grandes cardúmenes de peces, una variedad de invertebrados que deambulan a bordo, tortugas marinas y más.
Un arrecife de coral está creciendo en un lugar insólito. Se trata de un barco náufrago de la Segunda Guerra Mundial que se encuentra en el fondo del Mar Rojo, que ahora alberga una gran diversidad de flora y fauna marina.
Después de siete años de investigación, oceanógrafos de la Universidad de Bolonia en Italia, con la ayuda de buzos voluntarios, descubrieron que los arrecifes artificiales pueden brindar una oportunidad única para explorar nuevas formas de proteger los que son naturales.
Un pez nada cerca de uno de los restos de la motocicleta en los restos del naufragio del barco británico SS Thistlegorm. (Ynet)
El barco a vapor británico SS Thistlegorm fue construido en 1940 y se utilizó para transportar equipo militar al comienzo de la Segunda Guerra Mundial.
Durante una de sus misiones, el barco fue hundido en las aguas del Mar Rojo por aviones alemanes en 1941, cuando a bordo llevaban vagones, camiones, jeeps, una gran cantidad de municiones y también las motos que lo distinguen, motivo por el cual le dieron el sobrenombre de «barco moto».
Los restos de la embarcación se hundieron en los arrecifes, a una profundidad de 32 metros bajo el nivel del mar, frente a la costa de Egipto.
Jacques-Yves Cousteau, ecologista e investigador francés, considerado el padre del buceo moderno y la fotografía submarina, descubrió los restos del barco en 1955 y desde entonces se ha convertido en un popular sitio de buceo para los turistas, que se proponen realizar inmersiones espectaculares.
Durante los últimos 70 años, el naufragio se ha convertido en un arrecife, que ha sido un hábitat fértil para grandes cardúmenes de peces, una variedad de invertebrados que deambulan a bordo, tortugas marinas y más.
En el estudio, cuyos hallazgos se publicaron en la revista PloS One, los investigadores reclutaron a voluntarios para ayudarlos a profundizar su conocimiento sobre el arrecife artificial y cómo este y otros similares pueden usarse como herramientas destinadas a preservar los arrecifes naturales, ante el empeoramiento de los cambios climáticos a lo largo de los años que provocan el calentamiento del agua y la muerte del crecimiento de los corales.
El barco de 128 metros de largo se hundió cerca de Ras Mohammed -un promontorio en Egipto que se encuentra en el punto más al sur de la península del Sinaí y penetra en dirección sureste, por una distancia de unos 8 km, en el Mar Rojo- inclinado hacia arriba, por lo que que su parte está a unos 16 metros por debajo de la superficie del agua.
Sin embargo, su ubicación se encuentra en un área donde el agua es fría en comparación con la mayoría de otros arrecifes del Mar Rojo, y esta diferencia de temperatura es importante porque puede ayudar a proteger a las criaturas vivientes que lo han convertido en su hogar en una era en la que el océano las aguas se están calentando.
Por tanto, es el barco hundido más famoso del mundo y sin duda uno de los más atractivos para bucear en el planeta.
Los miembros del equipo de investigación también realizaron inmersiones periódicas a los restos de un barco entre 2007-2014, cuando durante el período de investigación fueron asistidos por buzos aficionados, con el fin de lograr catalogar las especies de seres vivos que hicieron del barco su hábitat.
Para averiguarlo, el equipo hizo una lista de 72 criaturas identificadas entre los arrecifes de corales naturales. Durante la investigación, el grupo pudo verificar que 71 de las criaturas de la lista viven en los restos del SS Thistlegorm británico y, además, se encontró que durante todo el período de investigación se mantuvo la estabilidad en el número de cada especie identificada.
Entre las especies comunes se incluyen, entre otras, un tipo de coral blando llamado Dendronephthya, una especie de anguila gigante (Gymnothorax javanicus), un pez platax (Platax), un pez marino depredador de la familia Carangidae, un Amphiprion bicinctus y un pez gloria gigante (Cheilinus undulatus).
Cientos de buceadores se acercan al coral artificial para investigarlo.
(Twitter)
«Los hallazgos de nuestra investigación indicaron que las estructuras artificiales, como los naufragios, son capaces de proporcionar un hábitat rico y fértil para muchas comunidades de plantas y animales, similar a los arrecifes naturales», plantearon los investigadores.
Fuente: Ynet Español
https://www.ynetespanol.com/lifestyle/article/bjdvzevgh
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