En un emotivo acto celebrado recientemente, una calle del barrio de Crown Heights en Brooklyn fue co-nombrada en honor al fallecido Rebe Menachem Mendel Schneerson, líder espiritual del movimiento jasídico Jabad-Lubavitch y una figura venerada tanto en la comunidad judía como en el ámbito internacional.
La esquina de Eastern Parkway y Kingston Avenue, centro neurálgico de la vida comunitaria Jabad, ahora también lleva el nombre de “Rebbe Drive”, un reconocimiento simbólico al legado del séptimo Rebe de Lubavitch, cuya influencia ha trascendido generaciones y fronteras.
Un legado espiritual y global
El Rebe Menachem Mendel Schneerson (1902–1994) lideró el movimiento Jabad-Lubavitch desde 1950 hasta su fallecimiento. Bajo su guía, Jabad se convirtió en una red global de centros comunitarios, sinagogas, escuelas y servicios sociales en más de 100 países.
Conocido por su sabiduría, carisma y visión universalista, el Rebe promovió valores como la educación, el servicio a la comunidad y la difusión del judaísmo con amor y apertura. Fue también un defensor del diálogo interreligioso y un líder moral consultado por políticos, académicos y ciudadanos comunes por igual.
El acto de conmemoración
La ceremonia de nombramiento reunió a líderes comunitarios, funcionarios públicos y miembros del movimiento Jabad, muchos de los cuales lo consideraban un guía personal. Entre los asistentes destacaron representantes del Ayuntamiento de Nueva York, quienes impulsaron la legislación para renombrar la calle.
“El Rebe tocó millones de vidas con su mensaje de esperanza, justicia y espiritualidad. Dar su nombre a esta calle es una forma de mantener su memoria viva en el corazón de la ciudad que tanto amó”, expresó un concejal del distrito durante el evento.
Un punto de referencia espiritual
El 770 Eastern Parkway, sede mundial de Jabad-Lubavitch, es una dirección conocida por judíos de todo el mundo. Allí, el Rebe dirigió sus famosas charlas y encuentros que inspiraron a generaciones. Con la nueva designación de “Rebbe Drive”, este lugar adquiere una dimensión aún más simbólica como faro espiritual y punto de encuentro para seguidores y visitantes.
Un homenaje duradero
Para muchos, este gesto de co-nombramiento no solo honra la memoria de un gran líder religioso, sino que también destaca la diversidad cultural y espiritual que define a Brooklyn.
“Caminar por esta calle ahora tiene un nuevo significado”, dijo una joven residente del barrio. “El Rebe enseñó que cada persona tiene una misión única en este mundo. Su mensaje sigue guiándonos”.
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