El “Service de Protection de la Communaute Juive” publicó su informe sobre el antisemitismo en Francia en 2016, del que surge que en el año estudiado se produjo una reducción del 58 por ciento de los incidentes.
En 2015 se habían registrado 808 incidentes antisemitas, mientras que fueron 335 en 2016.
El informe justifica esta disminución al desarrollo de un plan estatal de protección estacionaria en toda Francia a través de la Operación Sentinelle, junto con los efectos intermedios y a largo plazo de los planes dirigidos por el gobierno contra el racismo y el antisemitismo.
Pero el análisis del informe es completado con otros hechos que se observan en la realidad diaria e interrogantes que surgen de los mismos:
A-La violencia extrema y el terrorismo que ataca a los judíos en Francia a menudo eclipsan el antisemitismo “cotidiano”. Numerosas víctimas de ataques verbales antisemitas o violencia leve ya no presentan una queja, se acostumbraron a un fenómeno que ha sido trivializado y, por lo tanto, no se denuncian los incidentes leves, aunque siguen siendo graves y tienen terribles consecuencias.
B- Uno de cada cuatro actos racistas cometidos en Francia en 2016 estaba dirigido a una persona judía, mientras que los judíos representan menos del 1 por ciento de la población.
C- Durante varios años, la propaganda antisemita y los discursos han cambiado de los viejos medios a Internet y aún no se ha llevado a cabo un censo exhaustivo que tabula los llamados a favor del odio o la violencia antisemita.
D-El creciente antisionismo y el odio a Israel actúan como pantallas que ocultan, eliminan las inhibiciones e incluso legitiman el antisemitismo. ¿Cómo es posible medir y estudiar un fenómeno que debe combatirse si se permite que el fenómeno se oculte? ¿Cómo puede un crimen ser condonado por otro crimen?
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