Siete automóviles de palestinos fueron dañados la madrugada de ayer a la entrada del barrio de Shuafat, en el territorio palestino ocupado de Jerusalén Este, en el segundo incidente en pocos días de violencia antiárabe.
“Esta mañana (ayer) han aparecido siete automóviles dañados, con las ruedas rajadas y pintados con grafiti que ponía ‘Ulpana’ (el nombre del asentamiento judío en Cisjordania que será evacuado próximamente)”, informó el portavoz policial, Miki Rosenfeld.
“La Policía envió agentes a la zona para recoger pruebas y está investigando el suceso, al igual que otros con motivos nacionalistas registrados en los últimos días como el de Nevé Shalom”, añadió el portavoz.
El pasado viernes, la aldea de Nevé Shalom, una especie de oasis de convivencia entre judíos y árabes, situado entre Jerusalén y Tel Aviv, amaneció con pintadas racistas contra los árabes y contra las evacuaciones de colonos judíos del territorio palestino de Cisjordania.
“Muerte a los árabes” o “venganza por Ulpana”, fueron algunos de los mensajes que los vándalos escribieron sobre paredes del poblado, en el que también pincharon las ruedas a catorce vehículos y pintaron grafiti en tres.
La Policía de Jerusalén ha formado una unidad especial para investigar este tipo de ataques, informó hoy el diario Yediot Aharonot en su versión digital.
El anuncio por parte del Gobierno de Benjamín Netanyahu de que acatará una sentencia del Tribunal Supremo y evacuará el proto asentamiento de Ulpana, construido sobre tierras privadas palestinas, ha levantado la ira de la derecha nacionalista, que promueve la colonización de los territorios palestinos al considerar que se trata de territorios que dios entregó al pueblo judío.
Netanyahu evitó la aprobación en el Parlamento de una norma con la que la derecha nacionalista pretendía lograr la legalización retroactiva de los asentamientos que Israel considera ilegales (para la legislación israelí, todos lo son).
A cambio, prometió que, tras la evacuación de 30 familias de Ulpana, instalará a otras 300 familias en el asentamiento de Beit El, del que forma parte Ulpana.
La pasada semana, su gobierno aprobó la construcción de 850 nuevas viviendas para colonos judíos en territorio palestino, que se repartirán entre los asentamientos de Ariel (117), Maalé Adumim (92), Adam (114), Efrat (114) y Kiriat Arbá (84).
La comunidad internacional condenó esta medida y recordó la ilegalidad de los asentamientos israelíes en territorio palestino.
“España considera que todos los asentamientos construidos en los territorios ocupados son ilegales según el Derecho Internacional”, aseguró el Ministerio de Exteriores en un comunicado que advierte que “la continuación de la colonización en Cisjordania va en contra de los compromisos y obligaciones adquiridos por Israel” y “dificulta la consecución de un futuro acuerdo de paz”.
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