Israel está viviendo el peor ataque terrorista desde la guerra contra Hamas en el verano del 2014.
Desde el sábado 4 de mayo poco antes de las 10 de la mañana, hasta hoy domingo 5 de mayo antes de las 8 de la mañana, Hamas y Jihad Islámico habían disparado 450 cohetes, detonando las alarmas 70 veces, en decenas de poblados y ciudades israelíes mucho más allá del sur adyacente a la frontera con Gaza. En estos ataques murió un hombre de 58 años en Ashkelon y unas 60 personas resultaron heridas, entre ellas una en grave estado, en la ciudad de Kiriat Gat, una mujer de 80 años alcanzada por una esquirla.
Tras algo más de dos horas de intervalo, los terroristas volvieron a atacar poco después de las 11 de la mañana y desde entonces (escribimos estas líneas a las 15.00 horas), han lanzado más de 100 cohetes (aún no tenemos el número exacto). Dos civiles israelíes murieron y hay varios heridos grave. Al hospital Barzilai en Ashkelon llegaron más de cien heridos.
Pero más allá de los números, inclusive cuando no hay muertos, está el horror de vivir bajo la constante amenaza de los cohetes disparados desde Gaza. Familias con niños, gente mayor, población común que quiere vivir con normalidad, está a merced de la ideología fanática de los terroristas cuyo declarado objetivo es destruir a Israel. Tienen claro que no lo lograrán, pero intentan entonces matar, herir y alterar la normalidad de la vida diaria.
Compartimos aquí algunos videos que muestran imágenes que en parte ayudan a entender la situación. Los números de cohetes que aparecen en pantalla, están totalmente desactualizados. Pero la intención es ver de qué se trata.
Video publicado por el Jefe de Prensa de la Embajada de Israel en Madrid @Yoav Katz en su cuenta de Twitter
Video difundido en la página de Facebook de las Fuerzas de Defensa de Israel
Este video muestra lo que ocurre cuando un corresponsal de la televisión israelí está transmitiendo en vivo y súbitamente suena la alarma, por lo cual él intenta maniobrar entre la necesidad de resguardarse y el deseo de reportar.
Esto es lo que vive la población civil israelí en el sur del país desde comienzos del 2001, con altibajos.
Israel no tiene por qué aceptar esta situación. Debe proteger a su población.
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