Después de que ambos firmaron un acuerdo afirmaron que la resistencia y el gobierno en el exilio de Polonia habían apoyado a la resistencia judía y ayudado a salvar judíos Yad Vashem desmintió a Netanyahu afirmando que esto no solo no es cierto sino que en realidad, no había nada peor para un partisano judío que caer en manos de la “resistencia” polaca.
En una traición más al mundo judío y agregando una nueva falsedad a su ambiguo manipuleo del holocausto en favor de sus políticas Netanyahu afirma que Israel y Polonia son amigos socios, negó la complicidad polaca en el holocausto y para colmo agrego un aplauso al gobierno polaco en el exilio, el mismo que en Londres se negó a recibir a Arthur Ziegelboim, el mismo que negó armas a la resistencia judía, el mismo que cuando se le preguntó no recomendó el bombardeo de las vías de tren que ahora, para Netanyahu, porque así le conviene, resulta ser un “gran amigo” de la resistencia judía; lo curioso es que al fin, parece ser que Netanyahu llegó a un límite que ni Yad Vashem pudo justificar y que obligó a esta institución a declarar que es falso que el gobierno [polaco en el exilio haya ayudado a la resistencia y haya ayudado a evitar la masacre en Polonia.
Desafortunadamente, el gobierno de Polonia, que niega su complicidad en el holocausto tiene ahora a su disposición la declaración de un Primer Ministro Israelí (que sabiendo la verdad no le presta mucha atención) afirmando que sí, que ellos no fueron cómplices y que en realidad somos súper-amigos.
Y es que para Netanyahu, Mateusz Morawiecki (premier polaco del partido pro-nazi) y los gobernantes de Austria y Hungría, ambos de extrema derecha, son sus únicos “amigos” en Europa y si para estar bien con ellos hay que como dicen en ingles “echar bajo el tren” a la historia, los valores y las comunidades judías, Bibi no tendrá -ni ha tenido- ningún empacho en hacerlo pero ahora hasta Yad Vashem tuvo que reaccionar porque no hacerlo implicaba perder toda credibilidad como portavoz de las víctimas y los sobrevivientes.
Así mientras Bibi aplaude al gobierno polaco en el exilio, todos tenemos que hacer un esfuerzo especial para insistir en la verdad que se reduce al hecho de que los Polacos, al igual que en la revuelta con Jmelnitski, traicionaron a la población judía y fueron cómplices -por su propia voluntad- de los alemanes traición a la que hoy se agrega Netanyahu quien desafortunadamente lo hace como representante del Estado de Israel.
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