10 de julio de 1871: Nace el escritor Marcel Proust

Por:
- - Visto 171 veces

Marcel Proust nació en Auteuil (París) en 1871. Era hijo de Adrien Proust y Jeanne Weil, una familia rica y acomodada cuyo patrimonio partía del trabajo de su padre, un eminente y reconocido epidemiólogo. Ahora bien, esto no evitó que desde los 9 años el pequeño Marcel viera su vida limitada a causa del asma.

Creció bajo la atención y el afecto continuado de su madre. Estudió en el liceo Condorcet, donde destacó en el área de las letras y la filosofía. Con 17 años era conocido como ese joven snob que frecuentaba los salones parisinos. Ahí, se movía con gran habilidad entre la alta burguesía, los escritores, los pintores y también entre las damas, por sus hábiles conversaciones e ingenio.

A diferencia de sus hermanos, decidió no seguir la tradición familiar estudiando medicina. Trabajó durante un tiempo en la Biblioteca Mazarin de París, y después se dedicó a la escritura. Dicha tarea, estaba siempre aderezada por su efervescente vida social. Era ese cronista de la alta sociedad y de la aristocracia que frecuentaba casi cualquier fiesta, escondiendo a su vez una doble vida, al frecuentar a menudo los burdeles masculinos.


La muerte de su madre y el retiro de la sociedad

En 1906 Marcel Proust sufrió la pérdida de su madre. Ese hecho le marcó de manera profunda, dado el apego y la constante dependencia que tenía de ella. Tras ese hecho, viaja hasta Versalles, donde conoce a  Robert de Montesquiou, un poeta homosexual que lo introduce también en los elegantes salones de la época, conociendo así a figuras como la condesa Greffuhle o la princesa de Wagram, personas que marcaron sus obras posteriores.

En 1913 presenta su obra Por el camino de Swann (la obra que inicia la heptalogía En busca del tiempo perdido), pero ningún editor se vio interesado y, por tanto, se vio obligado a editarlo por sí mismo. Más tarde, llegaría la segunda parte, A la sombra de las muchachas en flor (1918), el cual le valdría el premio Goncourt.

Marcel Proust utilizaba en esta época un estilo de escritura muy particular, al que llamaba  “memoria automática”. Era una estrategia con la cual, traer el pasado a la presencia física, con todas sus emociones, matices, sensaciones y sensibilidades. Todo ello daba forma a una escritura muy detallada y hasta laberíntica.

Marcel Proust

En 1922, se publicó Sodoma y Gomorra, su última obra. En 10 de octubre salió a la calle, y una semana después de que le diagnosticara una neumonía, falleció.

Su obra cumbre: En busca del tiempo perdido

Marcel Proust escribió En busca del tiempo perdido escrita entre 1908 y 1922.  Son siete partes donde el autor evoca sus recuerdos de ese universo de vicios y ensoñaciones que conformó gran parte de su vida parisina. Esta obra y su publicación fue rechazada al principio por André Gide, asesor de Gallimard.

A pesar de esas negativas, Marcel Proust nunca se rindió. Asmático y gravemente enfermo luchó contra el tiempo para sacar de su mente cada detalle, cada imagen y experiencia vivida para novelar lo que era, en realidad, una autobiografía. El argumento, por tanto, no podía ser más simple, pero complejo a la vez: es la historia de un niño y más tarde un adulto en su aprendizaje de la vida y el mundo.

Es el retrato de una época y de un narrador algo mimado que adora asistir a los salones de la clase alta de París. Las descripciones y esa escritura audaz y detallada no deja indiferente a nadie. De pronto, un ruido, un sabor o un olor trae de vuelta a ese yo del pasado para transportarnos a un momento en concreto. Su penetración en la psicología del ser humano es maravillosa y exquisita a la vez.

La vida puede ser una obra de arte

Algo que nos enseña Marcel Proust en su obra En busca del tiempo perdido es que la vida es una obra de arte. Él mismo se encuentra inmerso en ese proceso de escritura luchando contra la muerte, intentando robarle días, arrancarle meses a ese final anunciado, para poder transmutar en palabras todos sus recuerdos.

Esa alquimia, que dio forma a una colección de siete partes, conforma una mágica combinación de infinitas reflexiones sobre el amor, el sufrimiento, los celos, la filosofía de Bergson, el impresionismo, la música de Debussy… Es una obra llena de sensibilidad y nostalgia donde poder gozar de la vida que disfrutó el propio Proust. Con sus oscuridades y contradicciones, pero igualmente hermosa y fascinante.

Pocas obras han marcado tanto la historia de la literatura.

Deja tu Comentario

A fin de garantizar un intercambio de opiniones respetuoso e interesante, DiarioJudio.com se reserva el derecho a eliminar todos aquellos comentarios que puedan ser considerados difamatorios, vejatorios, insultantes, injuriantes o contrarios a las leyes a estas condiciones. Los comentarios no reflejan la opinión de DiarioJudio.com, sino la de los internautas, y son ellos los únicos responsables de las opiniones vertidas. No se admitirán comentarios con contenido racista, sexista, homófobo, discriminatorio por identidad de género o que insulten a las personas por su nacionalidad, sexo, religión, edad o cualquier tipo de discapacidad física o mental.


El tamaño máximo de subida de archivos: 300 MB. Puedes subir: imagen, audio, vídeo, documento, hoja de cálculo, interactivo, texto, archivo, código, otra. Los enlaces a YouTube, Facebook, Twitter y otros servicios insertados en el texto del comentario se incrustarán automáticamente. Suelta el archivo aquí

Artículos Relacionados: