Sea lo que sea que estés haciendo, no importa si duermes, te estás bañando, estás comiendo, estás en el baño, te sientes mal, estás en silla de ruedas, estás a medio rasurar, tienes una mascarilla en la cara, cera en media pierna que te estás depilando, cortándote el pelo, dándole pecho a tu hijo, a media cirujía, entrando a tu propia boda, te están entregando un diploma, se casa tu hija, generando una venta grande, enseñando Torá, probándote por primera vez esos lentes especiales para daltónicos, lo que sea… Sea lo que sea que estés haciendo, tienes 15 segundos para ya estar en un refugio.
Las alarmas están sonando y vuelan los misiles por encima de tu cabeza. No importa si estás calzado o descalzo, mojado o enjabonado, no importa nada. No importa la comodidad, la ventana ni nada. 15 segundos tienes para salvar tu vida, la de tu familia, tus hijos. No es momento de usar el celular, no es momento de rezar, no es momento de acabar nada que sea que estés haciendo. Únicamente tienes 15 segundos para sobrevivir o 16 segundos para morir. Debes correr ya mismo, a la ahora que sea. Así que levántate, ve a la cuna de tu bebé, cárgalo bruscamente y sin cuidados de no despertarlo ni nada de eso, simplemente cárgalo como bulto y salte corriendo 5 pisos por las escaleras porque dentro de 15, 14, 13… muy probablemente no podrás reconocer nada de lo que veas a tu alrededor. Todo será reducido a escombros, fuego, metales, destrucción.
15 segundos, nada más.
Esa es la situación que se vive en Israel.
Esa situación se vivió 2350 veces en menos de 48 horas.
15 segundos, 15 millones de historias en cada segundo.
No es obligatorio “asustar” a los Judios del Mundo.
Solamente pocas poblaciones ubicadas a hasta 6 kilometros de la frontera con Gaza disponen de pocos segundos para esconderse.
Creo que se trata de 30 segundos, y no de 15.
Lo que no quita que la sensacion es como es….