Es inevitable hallar la relación entre cultura y política. Si bien una implica la creación y la expresión personal y la otra la responsabilidad económica y civil de un país, ambas disciplinas tienen en común su conexión con la sociedad. Y es por ello que lo que ocurra en el cine puede llegar a afectar a la política, y viceversa. El ejemplo más claro de esta relación lo podemos ubicar en 1947, cuando se creó la primera lista negra de la historia del cine. Aquel 24 de noviembre surgieron los famosos Diez de Hollywood, un grupo de productores, guionistas y directores perseguidos e incluso encarcelados por el Congreso de los Estados Unidos debido a sus ideales políticos.
Corría el año 1947 y la incipiente Guerra Fría enfrentaba a la Unión Soviética y a EE.UU. en materia económica, política e ideológica hasta unos niveles tan exacerbados que el campo del cine no iba a quedar exento de investigaciones en torno a posibles conspiraciones. Así, un grupo de personalidades de la industria de Hollywood fue llamado a testificar ante el Comité de Actividades Antiestadounidenses (HUAC, por sus siglas en inglés) por desempeñarse supuestamente como correas de transmisión comunistas o espías soviéticas.
Sin embargo, diez reconocidas figuras del séptimo arte en la época se negaron a presentarse ante el tribunal en un gesto que supuso un acontecimiento histórico y marcó lo que se conoce como el inicio de “La lista negra de Hollywood”. La HUAC había iniciado sus actividades en 1934 para investigar presuntos casos relacionados con la propaganda nazi y no fue hasta 1945 cuando se convirtió en un comité permanente con el propósito de cazar a sospechosos que pudieran poner en jaque al gobierno estadounidense en una de las épocas de mayor tensión internacional de la historia reciente.
De Adrian Scott a Dalton Trumbo
Alvah Bessie, Herbert Biberman, Lester Cole, Edward Dmytryk, Ring Lardner Jr., John Howard Lawson, Albert Maltz, Samuel Ornitz, Adrian Scott y Dalton Trumbo fueron los diez directores, guionistas y productores que se negaron a dar su testimonio y, como consecuencia de ello, fueron encarcelados con una breve condena de prisión. ”¿Por qué no respondió a la pregunta con un sí o un no como se le exigía? Porque queríamos impugnar el derecho del comité a hacer esas preguntas”, afirmó Trumbo en el documental “The Hollywood Ten” estrenado tres años más tarde.
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