El 28 de julio de 1849 la Primera Asamblea Nacional de Hungría votó entregar igualdad civil y política a los judíos del país. Desafortunadamente fue una medida que estuvo en efecto solo dos semanas, luego de que fuese sustituida por la reimposición del dominio austríaco allí.
La emancipación estaba en la agenda pública de Hungría, al igual que en gran parte de Europa, a través de los años 1840. A pesar de que había una gran simpatía por la idea de la igualdad para los judíos entre las elites nacionales, también había un gran sentido de emancipación para ellos que debía ser acompañada de reformas dentro de la sociedad judía.
Éstas incluían propuestas que hubiesen eliminado las prácticas rituales de la circunciso y las leyes del kashrut, que fueron apoyadas por todo el judaísmo, informó el medio israelí Haaretz.
La ley que permitió garantizar derechos a los judíos era aplicable a cualquiera en Hungría que “profesara la religión de Moisés”, y les garantizaba “todos los derechos civiles y políticos que disfrutaba cualquier persona de otra fe”. Como parte del proceso, se esperaba que los judíos armaran una reunión con sus líderes religiosos para producir una “confesión de fe”, una base escrita de su creencia, y un proceso de reforma religiosa que los llevaría a unirse a la sociedad.
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