El sur del Líbano se había convertido por entonces en el centro de operaciones de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), que desde allí organizaba y perpetraba constantes ataques contra Israel y objetivos judíos e israelíes fuera de la región. El objetivo declarado de la operación fue poner a las comunidades del norte de Israel fuera del alcance de estas agrupaciones terroristas en el sur del Líbano, alejándolos 40 kilómetros hacia el norte.
El 4 de junio de 1982, la Fuerza Aérea Israelí llevó a cabo un bombardeo masivo sobre los objetivos de la OLP en la zona. Los terroristas de la organización dispararon cientos de cohetes contra las comunidades del norte de Israel, y la operación comenzó.
El 6 de junio, grandes fuerzas de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) entraron en el Líbano, avanzando en cuatro ejes principales: la carretera de la costa, el Monte Líbano, el eje del este y el Valle del Líbano.
En la tarde del 9 de junio de 1982, aviones de la Fuerza Aérea atacaron el sistema de misiles tierra-aire de los sirios y destruyeron 17 de las 19 baterías instaladas. Durante la misma operación, 29 de los 100 aviones sirios fueron abatidos en combate aéreo. Es considerada una de las batallas aéreas más importantes después de la Segunda Guerra Mundial.
En los casi tres meses que duró la guerra, las FDI alcanzaron Beirut e impusieron un asedio sobre la cuidad.
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