El novelista húngaro, sobreviviente del Holocausto y Premio Nobel de Literatura 2002, tras una larga lucha contra el Parkinson a los 86 años, el 31 de marzo del año pasado.
El escritor recibió el galardón por trabajos que jueces explicaron que mostraba a los campos de concentración nazi como “la última verdad” sobre cómo podían caer los seres humanos. Según la Academia Nobel Sueca, lo obtuvo por su “escritura que sostiene la experiencia del individuo en cara a una historia barbárica y arbitraria”.
Como judío perseguido por los nazis, y luego autor bajo el dominio represivo del comunismo húngaro, Kertész atravesó gran parte del sufrimiento del siglo XX y escribió sobre eso en prosa directa y delicada. En sus trabajos volvió varias veces a su experiencia en el campo de exterminio Auschwitz, donde murieron más de un millón de judíos.
“Él es una de las pocas personas que puede describirlo de un modo que es inmediatamente accesible a nosotros, que no hemos compartido esa experiencia”, puntualizó Horace Engdahl, secretario permanente de la academia, en el 2002, informó el medio The Guardian.
Kertész nació en Budapest en 1929, fue deportado a Auschwitz en 1944 y al campo de concentración Buchenwald, en Alemania del este, hasta 1945. Volvió a Hungría y trabajó como periodista, pero perdió su trabajo en 1951 cuando el medio adoptó la línea del partido comunista. Él fue el primer húngaro en ganar el Premio Nobel de Literatura. Sus últimos trabajos los escribió en Berlín.
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