La semana pasada tuve el gusto y honor de participar en la ciudad de Querétaro, en el 1er Encuentro de Movilidad Sostenible que organiza la Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP), es una asociación mexicana que agrupa y representa a empresas que producen carga, contando con flota propia o siendo proveedores de servicios de transferencia (transporte) de mercancías. Dicha empresa busca contribuir al desarrollo integral de los sistemas de transporte de carga y su entorno, para que de esa manera sean competitivos y sostenibles; donde justo el foco de la conversación fue cómo lograr que en toda la cadena se localice la manera de provocar un vínculo sostenible para impulsar dentro de muchas iniciativas el transporte eléctrico, eficiencias operativas, optimizar y reducir en todas las formas posibles las emisiones que son provocadas por mover un producto de un punto a otro, donde la electrificación del transporte juega un papel importante para lograr los objetivos de descarbonización de la economía.
Para tener un poco más de contexto la electrificación de la movilidad es una tendencia mundial, esperando alcanzar la venta de 15.7 millones de vehículos a nivel global en 2027, en el caso de México se espera represente un 5% de la venta de vehículos nuevos al 2030, ayudando así a trabajar en una realidad donde el 25% de las emisiones en el país provienen del autotransporte, pero realmente requerimos acelerar mucho más el paso que llevamos y apalancarnos en los avances tecnológicos.
Un estudio realizado por CALSTART indica que los camiones de cero emisiones alcanzarán la paridad de costos con los camiones diésel para 2030, dando como resultado la disminución de los costos en componentes clave como baterías, motores y el aumento esperado en el costo del combustible, ahora debo aclarar que tenemos muchas fuentes y acciones para trabajar a favor de una movilidad sostenible, y bajo un enfoque multi-tecnológico, pues este nos permitirá incrementar las oportunidades tanto de mercado como para usuarios e innovación tecnológica, bajo oportunidades y beneficios de las diferentes tecnologías de combustión interna y convencionales, buscando emprender en oportunidades hacia el desarrollo y uso de biocombustibles, reducción de partículas, prácticas del mejor uso, conducción y logística para la reducción de emisiones.
La reunión anual más importante de la ONU en la lucha contra el cambio climático, o la COP26, que fue en noviembre del 2021, donde ya organizó a más de 100 gobiernos nacionales, ciudades, estados y empresas, firmando la Declaración de Glasgow para alcanzar automóviles cero emisiones y la prohibición de la venta de motores de combustión interna para 2035 en los mercados líderes y 5 años más tarde en todo el mundo, lo cual se dice fácil, pero es una labor titánica de todos los sectores para realmente lograr un compromiso de esta magnitud, y aunque tenemos estados como California en EUA con metas aún más ambiciosas, si no unimos esfuerzos entre sectores y usuarios será imposible lograr las metas planteadas.
Según los líderes de la industria que presentaron los avances, será un ciclo de penetración de la tecnología y es clave que este sector se prepare para adoptarla, como ya lo están promoviendo y presentando durante el pasado encuentro los socios y aliados de la ANTP, será fundamental prepararse para lo que viene:
Identificar el tipo de usos que podrán adoptar primero (en función de kilómetros recorridos, tipo de rutas, carga, etc.)
Realizar pilotos para adaptar la disponibilidad de vehículos con el tipo de operaciones (sobre todo en términos de autonomía y rendimientos).
Esencial ser “early adopters” de la tecnología y no perder competitividad.
Veo viento a favor en la región con el “efecto Tesla”, donde va a detonar clusters de movilidad sostenible, pero requerirá desarrollar más puntos de recarga e infraestructura paralelamente, y así el “Efecto California” en la agenda verde, conecte con lo que está impulsando más avance y más rápido de lo previsto en Canadá, EUA y México; si le sumamos las olas a favor del Nearshoring sostenible donde somos un país privilegiado por la cercanía y huella a un gran mercado al norte, por nuestro factor solar y eólico, sumándole el talento e ingenio mexicano, justo se dan las condiciones para realmente tener un crecimiento sostenible exponencial en la región.
Tenemos en la ecuación expertos en movilidad, ahora falta sumar más sectores para que se convierta en movilidad sostenible, porque indudablemente tenemos una realidad en la que requerimos movernos y dependemos de bienes en un porcentaje muy importante, que no tienen la escala o características para poder producirse o desarrollarse en una zona cercana al centro de consumo o cliente final, y que es fundamental planear con una mente sostenible, donde siempre tenga en el centro: Satisfacer las necesidades y aspiraciones del presente sin comprometer la capacidad de satisfacer las del futuro: ¡¡¡Eso es sostenibilidad!!!
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