Hoy, me llamó la atención un artículo en la revista “Día Siete” del diario El Universal, llamado “Bazbaz, el científico”, artículo separado en 7 puntos que, arteramente, pretende destruir la imagen del procurador general de Edomex.
En el tercer punto, la autora, Rita Varela Mayorga, expresa: “…se insinuó que (Bazbaz) con dimes y diretes protegió a la comunidad judía”. Sigue en el punto cuatro: “Es que tanto el procurador como los padres de la niña Paulette son judíos”.
Los apellidos de los padres de Paulette son Gevara y Farah (en sus distintas aceptaciones). La periodista está incurriendo en una falacia muy grande, a la cual pretende arrastrar a sus lectores: ninguna de estas familias son judías.ninguna de las dos familias mencionadas son judías.
La periodista demuestra una ignorancia colosal, pues ambos apellidos son de origen libanés, no judío.
Por otra parte, destacar el origen extranjero de un apellido para ponerlo en evidencia en un escándalo público, es un acto de xenofobia.
En este mismo punto cuatro, la periodista dice: “Excélsior publicó que de los amigos de Peña Nieto destaca David Korenfeld, secretario de Agua y Obra Pública en el Edomex- y socio de Bazbaz en su despacho de abogados- quien lo ha ayudado a afianzar lazos con esta comunidad”.
Eso es difamación pura que raya en el antisemitismo: la periodista aprovecha el caso de Bazbaz (que es injustamente acusado de encubrimiento) para ensuciar, acusándolo de tráfico de influencias, a otro judío que es funcionario público. Me parece que es un caso de persecución contra una minoría, sancionado por la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación.
En el punto cinco, dice Varela: “El Sol de Toluca citó a Jorge Carballo Hernández, presidente del Colegio de Litigantes del Valle de México, quien fue el primero en argumentar: ‘Debido a que está involucrada la comunidad judía, es necesario separar al procurador de la indagatoria, pues él es parte de ella”.
Más manipulación tendenciosa, esta vez de la ley. Suponiendo, sin conceder, que la familia Gevara o Farah fueran pertenecientes a la comunidad judía (lo que no son), esto no constituye, conforme al Código de Procedimientos Penales para el Estado de México o a la Ley Orgánica de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México, un impedimento para investigar el caso. Los comentarios de Carballo Hernández son comentarios inverosímiles e ilógicos, indignos de un académico que ocupa un cargo tan trascendente, ya que no tienen fundamento legal y que solamente demuestran la ineptitud del presidente. De hecho, si dichas familias fueran judías, ¿por qué encubriría el procurador a un judío, cuando su víctima es otro judío (y además su hija, lo que constituye un infanticidio, crimen duramente castigado en el judaísmo)?
Extrapolando lo anterior, ¿acaso un católico no tiene derecho de investigar a otro porque es de la misma religión? En este caso, la mayoría de los juicios de nuestro país carecerían de imparcialidad y serían inconstitucionales.
Es inaudito que un diario de calidad del Universal publique información falaz y tendenciosa. Es una vergüenza para el periodismo nacional y el periodismo en general, el cual debe de ser basado en información documentada e investigación seria, no en chismes de vecindad.
No incurramos en un nuevo caso Dreyfus.
Independientemente de la falta de ética y profesionalismo, una pregunta se impone:
¿Qué intereses oscuros representa Rita Varela Mayorga?
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