Entra Estrella -una borracha- a una oficina, ahí está sentada Sara -una secretaria solterona-, vestida muy recatadamente y con lentes.
ESTRELLA: Hola señora.
SARA: Señorita por favor, ¿en qué puedo servirla?
ESTRELLA: Sírvemela con mucho hielo, en las rocas.
SARA: ¿De qué me habla?
ESTRELLA: Señora, perdón señorita, dígame ¿acá es AA?
SARA: No, aquí es A.M.
ESTRELLA: ¿A. M.? Pero si ya es P.M.
SARA: Aquí es A.M. “Agencia Matrimonial”
ESTRELLA: ¿Agencia matrimonial? Entonces me equivoqué, yo busco los 12 pasos que me van a llevar a la felicidad. (Se levanta para irse)
SARA LA TRAE DE REGRESO GRITANDOLE: Venga, venga escúcheme yo también la puedo acercar a la felicidad incluso en dos pasos.
ESTRELLA: ¿Usted haría eso por mí?
SARA: Por supuesto, usted tiene que darme 2 cheques de 5ooo pesos y yo le entrego la felicidad.
ESTRELLA: JA JA, esto me esta gustando, ¿dos pasitos así chiquitos? ¿O así? (Y empieza a cantar y bailar salsa)
SARA: Por favor, tranquilita, mejor siéntese y dígame que quiere, ¿qué le gusta?
ESTRELLA: Quiero beber…
SARA: Así que le gustan los bebes…. (REVISANDO LAS FOTOS)
ESTRELLA: Si bebe…
SARA: Mire no tengo exactamente bebes pero estos jovencitos están muy bien, que importa si ya están rozando los cincuentas.
ESTRELLA: MMMMMM no están nada mal, aunque algo caro, ¿no cree? Y dígame ¿ellos me pueden acompañar al paraíso?
SARA: Al paraíso no se, pero a lo mejor al altar.
ESTRELLA: Es que en el paraíso me están esperando ya que ahí voy todas las noches.
SARA: ¿Usted va al paraíso todas las noches?
ESTRELLA: Si, y ahí me dan una mezcla del rojo, del blanco y del amarillo que me hace olvidar quien soy y a donde voy…Y vuelo y vuelo.
SARA: Mire estos jóvenes a lo mejor la llevan al paraíso, pero no se de que rojo o blanco en fin de que arco iris me esta hablando.
ESTRELLA: De Iris, de mi prima Iris, la que me trajo de la provincia a la capital para trabajar acá en el Bar del paraíso.
SARA: Mire señorita, yo creo que mejor se va, usted no esta bien y me esta quitando el tiempo.
ESTRELLA: No se enoje mi patroncita.
SARA: ¿Qué?, ¿le duele la pancita?
ESTRELLA: Yo estaré tomada pero usted esta re sorda o drogada.
SARA: (Interrumpiéndola y acomodándose el aparato auditivo) Creo que se me bajó la batería.
ESTRELLA: Igualito que a Don Mauricio el otro día, estábamos a la mitad del acto y que se le bajan las pilas.
SARA: ¿De qué acto me habla?, ¿de qué pilas?
ESTRELLA: Un acto que no se pudo llevar a cabo, y Don Mauricio quería que le regresé el dinero, pero no se la di, pus no era mi culpa que a el ya no se le…
SARA: No se de que me habla, me va a volver loca, por qué mejor no se va y me deja trabajar.
ESTRELLA: Mire señorita me voy yendo, partiendo o corriendo con una condición.
SARA: ¿Cuál?
ESTRELLA: Que juntas vayamos a divertirnos derechito directo al paraíso.
SARA: Ja, ja, ¿yo a ir a un bar?
ESTRELLA: Dígame y perdóneme y excúseme mi comentario no apropiado y muy incomodado, pero su aspecto es como el de una monja recién salida de un convento, por eso le conviene venir conmigo a cambiar su personalidad.
SARA: (Enojada) ¿Puede ir al grano?
ESTRELLA: Eso, a eso voy, al grano tan feo que tiene ahí en medio de la mejilla y su vestir de los años 40’s, que esconde, tapa y cubre su conciencia que ha de estar bien limpiecita y blanquita y no negrita como la mía. Venga vamos a ensuciarla un bastante, un muchote con un machote.
SARA: Usted esta re loca.
ESTRELLA: Venga conmigo, vamos a sacudirnos un poco, (Saca una botellita y la hace tomar) Tome otro mucho poquito.
SARA: Ijs… ¿Qué me está dando?
ESTRELLA: Agua bendita, beba, beba más.
SARA: ¡Ay me quema!, ¿segura que es agua bendita?
ESTRELLA: Si, me la dio el padre Simón, cuando se me olvido traer un condón, me dio un sermón…
Estrella se le acerca le abre un poco la blusa, le quita los lentes y la despeina un poco.
Se ponen a bailar y Sara ya borracha jala a Estrella gritando
Vamos amiga, dejemos este oficio y vayamos a perder el juicio en el paraíso con el padre Simón y don Mauricio. Salen bailando y cantando.
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