Agentes de seguridad, 12va. Parte

Por:
- - Visto 478 veces

Capitulo 11

Misma noche vemos a Roy saliendo de un garaje, confuso camina hacia el parque, ahí se encuentra sentado Pilpel comiendo un sándwich.

Pilpel: Oye príncipe, que te pasa?  De donde vienes? que te hicieron?


Roy: (sorprendido) A quien le hablas? a mi?
Pilpel: Si.

Roy: Mi nombre es Roy, r, o, y.

Pilpel: Pues aquí eres el príncipe, así lo decidí yo.

Roy: (Sentándose a su lado) Bueno si tu así lo quieres.

Pilpel: (Dándole un pedazo de su sándwich) Toma un pedazo de mi sándwich, me lo hizo la Madonna.

Roy: No gracias,  no tengo hambre. (Sonriendo) Madonna la cantante te lo dio?
Pilpel: Si, es la gorda que vive aquí a la vuelta, cocina bien rico y siempre me regala comida.

Roy: (Riéndose) Y por qué la llaman Madonna?

Pilpel: Dicen que baila y canta igual que ella.

Roy: No tienes que dormir? ya es tarde.

Pilpel: Yo no te quiero dejar solo.

Roy: Ya soy grande, o no?
Pilpel: Pero tus ojos están tristes. Ven conmigo vas a ver que cuando conozcas a Shmutzik te vas a poner alegre, él sabe hacerlo.

Roy: Shmutzik me va a poner alegre? No creo, mejor me voy a mi casa.

(Shmutzik que llego atrás de ellos se les acerca)
Shmutzik: Acaso te doy asco? o mi cuarto es demasiado pobre para ti?
Roy: (Alzando la vista y mirando el impresionante brillo de sus ojos y la personalidad tan marcada de ese hombre que bien quedaría plasmada en una obra de Van Gogh)
Por supuesto que no, seria un honor ir a tu casa, pero por hoy estoy muy cansado, dejémoslo para otro día.

Pilpel: Ves Shmutzik, te dije que hablaba como un príncipe, como los de tus  cuentos.

Fin de Escena

Misma noche, dentro del departamento de Itzik.

Olga abre la puerta y entra.

Itzik: (Enojado) Que hacías  a estas horas en la calle, o será que regresaste a ella?

Olga: Siempre estas burlándote de mi. Tu presente no es mejor que mi pasado. Y por si no te acuerdas, te dije en la mañana que tenía ensayo con las chicas de la escuela.

Itzik: Tu recomendado estuvo con nosotros.

Olga: Mi recomendado tiene nombre.

Itzik: Y también tiene unos modales muy sospechosos, no será uno de esos?

Olga: Tu y tus sucios pensamientos. Va a actuar con ustedes?

Itzik: Quedo en pensarlo, por supuesto no le dimos mucho tiempo. Me dio la impresión que cuando le dimos el nombre de nuestra próxima victima, se puso nervioso. Seguramente el hacia trabajos chicos a gente insignificante.

Olga: Y si no acepta?

Itzik: Buscáremos otro. Bueno  (Acercándose cariñoso) cambiando de tema, trajiste algunos documentos, o algún billete?

Olga: (En quedito) Es que…

Itzik: (Gritándole y nervioso la interrumpe) Que, que, habla y deja de tartamudear.

Olga: (Triste) Yo no quiero ser ratera.

Itzik: (Gritando) Entonces que  quieres ser? Acaso una princesa? Y mientras llega tu príncipe quien te va a mantener?
Olga: Quiero seguir trabajando en la escuela, y buscar caminos para poder desarrollarme como coreógrafa.

Itzik: Pobrecita, eres una tonta que aún cree en milagros, deja se soñar rusa y ponte las pilas.

Olga se retira a su cuarto.

DESPUES DE UNOS DIAS, YA DE NOCHE VEMOS A MATILDE Y SU HIJO

Matilde: (Sirviendo la cena en el comedor donde se encuentra su hijo) Estoy muy contenta que aceptaste venir a casa por unos días.

Vas a ver lo bien que te va a hacer.

Roberto: (Probando la comida) Esta riquísimo el pollo, me recuerda  mi niñez. Sabes mamá, la vida da tantas vueltas.

Matilde: Si lo sabré yo.

Roberto: Quisiera ir mañana contigo a donde tu vayas, nunca tuve tiempo de preguntarte que haces todos los días.

Matilde: Esta bien, pero no piensas buscar trabajo?

Roberto: No por ahora.

Matilde: Pero necesitas trabajar de que vas a vivir? hasta donde yo se tu casi no tienes plata ahorrada.

Roberto: Acabo de recibir mucho dinero del seguro mamá, ya no tengo que trabajar, pero si quiero hacer trabajo voluntario.

Matilde: Pensaste bien el nuevo paso que vas a dar?
Roberto: Si mamá, y estoy contento con mis nuevas perspectivas.

Matilde: Pues precisamente mañana voy cerca de la estación central de camiones de Tel- Aviv, ahí les damos de comer a gente pobre, después el Jueves vamos a un barrio….

Roberto: (Interrumpiéndola) Desde cuando haces esa clase de trabajo? Yo no lo sabía.

Matilde: Hay muchas cosas de mi que tu no sabes, y lo que hago no es trabajo, es una necesidad, es un placer.

Roberto: (Parándose le da un beso en la mejilla) Volver a tu lado,  aunque  desgraciadamente sea a consecuencia de mi tragedia, es volver a respirar tu cariño y tu bondad mamá, te quiero mucho.

Beatriz: (Abriendo la puerta y entrando) Hola, que gusto verte aquí.

Roberto: (Dándole un beso) Hola tía, me voy a quedar acá unos días, espero no te moleste.

Beatriz: Cómo crees, esta es tu casa.

Matilde: Siéntate, mira como te ves. De donde vienes? Cenaste?

Beatriz: Después de lo que vi quien puede cenar.

Roberto: Que pasó, que viste?

Beatriz: Nos llamaron del hospital un niño de escasos seis años fue violado por su tío, mejor cambiemos el tema.

Matilde: Desgraciadamente   estos casos en vez de disminuir, aumentan.

Beatriz: No entiendo, no, el desgraciado es un drogadicto, y lo peor es que los padres del niño lo sabían.

Matilde: De seguro ellos también son drogadictos.

Roberto: Yo pensé que mi tragedia era lo peor que podía pasarle a un ser humano.

Beatriz: El mundo esta lleno  de tragedias, lo peor es que las cicatrices de estos niños no se borran jamás.

Matilde: (Sirviéndole la cena a Beatriz) Prueba estas empanadas que hice.

Ni te cuento lo que me pasó hoy.

Beatriz: Pues cuenta.

Matilde: Es que me da vergüenza.

Roberto: Y tu desde cuando conoces la vergüenza mamita?
Matilde: Me inscribí a clases de salsa.

Beatriz: (Gritando) Que qué?

Matilde: Y de paso también te inscribí a ti.

Roberto: (Riéndose) Entonces voy a tener profesoras de salsa acá?

Beatriz: El que tu hagas locuras, es tu problema no el mío.

Matilde: (Meneándose) Si, es tu problema, porque si no fuera por mis locuras, quien te haría reír y gozar la vida tanto…

Beatriz: Y tú pretendes que yo baile salsa con mi artrosis y mi bastón?
Matilde: El bastón lo usas porque eres una hipocondríaca, ahí lo vas a cambiar por un macho y después adiós al bastón.

Matilde se para pone un disco de salsa y saca a bailar a Roberto, se ponen a bailar y sacan a Beatriz y entre música, bailes y risas fin de escena
Al otro día en Tel-Aviv se encuentran Matilde, Roberto y Beatriz sirviendo comida a los homeless, en un edificio viejo y feo, que pertenece a la municipalidad

Roberto: (Dirigiéndose a Beatriz y a Matilde) Me siento muy orgulloso de ustedes.

Beatriz: Y nosotras de ti.

Roberto: De mi, por qué?

Matilde: El que hayas aceptado a venir es un gran paso. Esta gente esta muy necesitada de ayuda.

Beatriz: Espero que ahora que no trabajas y no tienes necesidad de hacerlo por dinero, lo hagas para esta gente.

Roberto: (Abrazando a su mamá) Ay! Doña Matilde, usted no sabe guardar un secreto.

Matilde: Nunca me dijiste que lo era.

Beatriz: No te enojes hijo, si entre nosotros nunca hubo secretos, además tu eres el hijo que nunca tuve.

(Roberto las abraza y se les acerca un homeless)

Homeless: Esto vale más que todo el dinero del mundo.

Cámara toma las caras alegres de Roberto, Matilde y Beatriz

Misma tarde Roy toca la puerta del garaje.

Itzik le abre y ahí están sentados otros 3 hombres más.

Itzik: Pásale Roy, que bien que decidiste venir.

Roy pasa se acerca una silla y se une al círculo, en medio hay una mesa y varios papeles.

Itzik: Roy cuando te dijimos el nombre de nuestra victima, el otro día,  te pusiste pálido. Algún conocido tuyo, o acaso eres maricón? O nos estas engañando al decir que siempre has actuado en obras como las nuestras?

Hombre 1: (Cínicamente) A lo mejor la victima es tu pariente?

Roy: (Sentándose) Como creen,  ya les dije que mis familiares son rateros al igual que yo. Eso lo llevamos en la sangre.

Itzik: Pues nuestra victima es el ratero más peligroso que yo conozco.

Roy: Acaso lo conoces bien?

Itzik: Por supuesto, y quiero acabar con el como un día él lo hizo conmigo. Este plan lo llevo ideando por muchos años y tiene que salir perfecto.

Hombre 2: Nunca te había visto con tanto odio encima.

Itzik: Jamás le voy a perdonar.

Roy: Tu problema con él es por cuestiones monetarias o laborales?

Itzik: Peor que eso, cuestiones del alma, de la vida, y él me las rompió.

Hombre 2: Itzik vamos,  saca lo que tengas, lo has guardado por muchos años.

Roy: Es cierto, desahógate.

Itzik: Nosotros no solemos desahogarnos sino actuar.

Hombre 1: Escupe tu dolor, vamos, vomítalo.

Itzik: El me robo a mi hermano.

Roy (titubeando) A tu hermano?

Itzik: Si, a mi hermano.

Hombre 1: Una vez nos contaste que no tenías familia.

Itzik: Gracias a ese hombre no la tengo. Mis padres eran drogadictos incapaces de cuidarnos a mi hermano y a mí. Yo era varios años mayor que él. El gobierno (La revaja) nos saco de la casa y nos puso en un orfanato. Yo estaba muy pegado a mi hermanito, él era muy pequeño, un día este señor vino en compañía de su esposa y su abogado y se llevaron a mi hermano. Les supliqué que me llevaran con él, pero ni siquiera oyeron mis suplicas y mucho menos sintieron mi dolor.

Hombre 2: (Suspirando) Quieres que lo matemos?

Itzik: No, no lo quiero muerto, pero si invalido, por eso yo quiero darle el golpe, exacto donde más le duela, la columna.  Quiero que  de por vida este sentado en una silla de ruedas. (Acercándose a los papeles) Vamos que ya perdimos mucho tiempo. A trabajar, quiero que todo quede muy bien planeado. (Mirando a Roy) y tú, otra vez te sientes mal?

Roy: (Con voz temblorosa) Un momentito voy al baño.

Hombre 1: Que tipo raro, yo pienso que él es uno de esos ricachones que esta buscando una aventura.

Itzik: Mejor no pienses y vamos adelante, a trabajar.

Roy esta en el baño vomitando y limpiándose las lagrimas, suspira hondo y sale.

Itzik: Estas bien?

Roy: (Mirándolo profundamente) Si, creo que no digerí bien el desayuno.

Cámara se va alejando poco a poco mientras vamos observando a Itzik dando las instrucciones.

Fin de escena

Misma noche, cámara toma el interior de un cuarto muy pobre, pero muy acogedor e iluminado con una lámpara. Pilpel esta dormido en un colchón en el suelo. Sentados sobre unos cojines a un lado están  platicando Roy y Shmutzik.

Shmutzik: Espero no estés sorprendido de ver donde y como vivimos.

Roy: Lo que me sorprende es lo bien que viven dentro de la pobreza, se respira tranquilidad, una fuerza energética que muchas veces no la hay en las grandes mansiones.

Shmutzik: Trato de hacer lo más que puedo y mis fuerzas se las debo a Pilpel, el alumbra mis penas, mi oscuridad.

Roy: Es un niño muy inteligente y bueno. Que hace él después de la escuela? me supongo que no va al cine, teatro o a clases particulares…

Shmutzik: Pues te equivocas, después de la escuela hace tareas, porque  es muy cumplidor, luego juega un rato en el parque con sus compañeros y algunas tardes nos reunimos en el garaje de la Madonna a ensayar.

Roy: A ensayar? que pueden ensayar ustedes?

Shmutzik: Una comedia musical que yo escribí y la dirijo. Pilpel es el cantante principal, tenemos bailarinas y bailarines,  en fin, de todo tipo y todas edades, incluso la Madona imita a “La Madona”

Roy: No puedo creerlo, yo pensaba que ustedes andaban todo el día en la calle…

Shmutzik: Robando o pidiendo limosna? vamos no te apenes, dilo.

Roy: Perdóname, no quise ofenderte, es que no me hubiera imaginado lo de la comedia.

Shmutzik: Sabes, si tuviéramos dinero seria diferente, la pondríamos en escena. Es preciosa, y todos hacemos un trabajo excelente, en especial los niños. Olga es nuestra coreógrafa.

Roy: Y tú, como es que la escribiste y la diriges?
Shmutzik: En mi juventud yo era un autor y un director de teatro.

Roy: Y como llegaste a esta situación?

Shmutzik: Mi familia me orilló.

Roy: Por qué?

Shmutzik: Porque no acepté a seguir los pasos de mi padre y mi hermano, ellos son grandes empresarios. Pero ya hemos hablado mucho de mí, ahora cuéntame que te pasa. Estabas desesperado cuando te vi en el parque.

Roy: Es una larga historia, pero la haré breve. Para recibir la herencia de mi finado abuelo, tuve que irme de la casa de mis padres, dejar lujos y tarjetas de crédito por un año, pero no entiendo eso de “un año”. En fin, estoy viviendo como un pobre.  Aparte de mi trabajo como agente, me uní a un grupo de rateros.

Shmutzik: Estas loco?

Roy: Hoy que fui a la primera cita me enteré que piensan atacar a mi padre. Estoy desesperado.

Smutzik; Vaya, esto si parece una película, y no escrita por mi, pero vamos a actuar y veras como lo salvamos.

Roy: Lo harías por mi?
Shmutzik: Yo no tengo mucho que perder y tú tienes mucho que ganar.

Se paran del suelo y se abrazan. Roy da vuelta su cara y ve en una mesita de la esquina unas  fichas de ajedrez: un  rey y una reina de oro y plata, las reconoce, ya que eran las partes que faltaban en su casa, fueron hechas exclusivamente en Polonia por un famoso artesano. Tomándolas en sus manos dice:
Roy
: Que preciosidad. (Fingiendo) Donde están las demás fichas?
Shmutzik: Cuando salí de mi casa fue lo único que me llevé conmigo.

Roy: Por qué?

Shmutzik: Presentí que ellas un día me iban a ser regresar a mi familia.

Roy: Cuéntame más de ti.

Shmutzik: No hay mucho para contar;  mi vida es muy parecida a la tuya, pero yo jamás regresé a ellos.

Roy: También te dieron un año de prueba?
Shmutzik: No, a mi me pusieron como condición que abandonara el teatro o que me fuera de la casa. Y ya te das cuenta cual fue mi decisión.

Roy: Y fue buena tu decisión, eres feliz?

Shmutzik: (Suspirando) Hace poco murió mi padre, me enteré por casualidad, en uno de esos periódicos viejos que recojo en la calle, estuve en el entierro a un lado como lo hubiera hecho cualquier pordiosero. (Se le empiezan a salir unas lágrimas) La terquedad del viejo me obligó a ser lo que soy, jamás logré salir de pobre, pero así soy feliz.

Roy: (Recordando el momento en que ve al pordiosero en el panteón)

Shmutzik: Roy, Roy que te pasa, estas muy pálido, siéntate.

Roy (toma las fichas en su mano) Yo se donde están las demás fichas.

Shmutzik: Estas equivocado, este  ajedrez fue hecho exclusivamente para mi padre por un famoso artesano en Polonia.

Roy: Lo se.

Shmutzik: Y como sabes tú esa historia?

Roy: Porque tu padre era mi abuelo y tu hermano es mi padre, yo soy tu sobrino.

Shmutzik: No, eso no puede ser, mi hermano no podía tener hijos.

Roy: Me acabo de enterar que soy hijo adoptivo y que Itzik es mi hermano. El abuelo fue muy sabio en forzarme a ver la verdadera vida.

Smutzik (Abrazándolo) La vida que nos unió.

Roy: Guardemos nuestro secreto hasta después del atraco a mi padre.

Shmuyzik: Yo te voy a ayudar a salvarlo, porque al final llevamos la misma sangre.

Roy: (triste) Pero yo no.

Shmutzik: Para ser buen hijo, no es necesario  que lleves la misma sangre. Tienes que llevar con dignidad el cariño de quienes te cuidaron como un verdadero hijo.

Cámara toma una escena muy tierna.

Fin de capitulo 12

Acerca de Esther Kershenovich

Nacida en México emigra, junto con sus hijos a Israel en 1975. Tiene en su haber la novela "Nadia", un libro de poesías denominado "Soy" y su más reciente creación, un libro de poemas y prosas titulado "Tejiendo La Vida" (2009). Ha participado en varias antologías y ha sido representante de escritores en Zaragoza, España. Pertenece a las Peñas Literarias de Raanana en Israel y además estudia teatro con directores latinoamericanos. Escribió una pelicula basada en su novela "Nadia" y actualmente esta traduciendo al hebreo su película "Agentes de Seguridad". Sus colaboraciones en "Foro" han sido por años aunque por su lejanía sus intervenciones resultan esporádicas.

Deja tu Comentario

A fin de garantizar un intercambio de opiniones respetuoso e interesante, DiarioJudio.com se reserva el derecho a eliminar todos aquellos comentarios que puedan ser considerados difamatorios, vejatorios, insultantes, injuriantes o contrarios a las leyes a estas condiciones. Los comentarios no reflejan la opinión de DiarioJudio.com, sino la de los internautas, y son ellos los únicos responsables de las opiniones vertidas. No se admitirán comentarios con contenido racista, sexista, homófobo, discriminatorio por identidad de género o que insulten a las personas por su nacionalidad, sexo, religión, edad o cualquier tipo de discapacidad física o mental.


El tamaño máximo de subida de archivos: 300 MB. Puedes subir: imagen, audio, vídeo, documento, hoja de cálculo, interactivo, texto, archivo, código, otra. Los enlaces a YouTube, Facebook, Twitter y otros servicios insertados en el texto del comentario se incrustarán automáticamente. Suelta el archivo aquí

Artículos Relacionados: