Nico Obertiner no solo encontró un nuevo hogar, sino que también se convirtió en un ejemplo inspirador que muestra que cuando se unen la determinación, el apoyo comunitario y el compromiso personal se pueden transformar vidas y construir futuros prometedores.
Nico Obertiner, un joven de 26 años oriundo de Flores, Buenos Aires, descubrió una oportunidad que cambió su vida para siempre. Su historia se vio impactada por el programa Alia Protegida, una iniciativa de Keren Hayesod Argentina que brinda a jóvenes en situación de vulnerabilidad la posibilidad de transformar sus vidas en Israel. Nico llegó a Israel en febrero de 2022 con un sueño claro: encontrar un nuevo propósito y horizonte.
Un nuevo comienzo
«Siempre quise hacer aliá, es algo que queríamos hacer con mi familia desde hace mucho tiempo. Mi amiga me habló del programa y me contactó con Laura de Alia Protegida,» recuerda Nico. Esta conversación inicial marcó el comienzo de su viaje hacia una vida nueva.
Alia Protegida, creado por Keren Hayesod Argentina, está diseñado para apoyar a jóvenes de entre 20 y 35 años que enfrentan situaciones difíciles en Argentina. El programa ofrece un soporte integral durante 18 meses, desde el momento de la decisión de aliá hasta la completa integración en la sociedad israelí. «Hacer aliá fue mi primer viaje en avión, mi primer encuentro con aduanas, check in y todo eso. Lo que tiene de bueno es que los primeros 6 meses tienes cubierto vivienda, te dan dinero al llegar y hacés todos los documentos,» explica Nico. Esta asistencia inicial es crucial para quienes, como Nico, se embarcan en un nuevo comienzo en Israel sin conocer el idioma ni tener familiares directos allí.
El desafío de adaptarse
Al llegar a Israel, Nico se unió al ejército voluntariamente. Su decisión de hacer la Tzava aunque no tenía la obligación refleja un compromiso profundo con su nuevo hogar y sus ganas de encontrar nuevos propósitos. Su tiempo en el ejército estuvo marcado por grandes desafíos, incluyendo su experiencia sirviendo en la guerra en Gaza a raíz del 7 de octubre.
A pesar de las dificultades, Nico encontró un propósito renovado. «Siempre supe que el ejército era la mejor forma de integrarme a la sociedad israelí, y sentía que estaba contribuyendo de manera significativa», asegura.
Esta experiencia no sólo fortaleció su vínculo con Israel, sino que también le brindó un sentido de pertenencia y realización personal, autoestima y pertenencia, sino que también le brindó momentos conmovedores de gratitud. Nico recuerda una anécdota que le resultó muy significativa: «Un día, estaba volviendo de mi base y mientras esperaban en la estación de Beersheva, entré a un kiosco vestido con mi uniforme de jaial y hablando con mi mamá por teléfono en español. Al momento de pagar, una señora pagó mi compra y me dijo: ‘Gracias por todo lo que haces y por venir a este país’”. Este gesto inesperado le dio aún más fuerza para seguir adelante como jaial boded (soldado sin familia en Israel).
El apoyo constante de Alia Protegida
El apoyo de Alia Protegida no terminó con la llegada de Nico a Israel. «Ellos siempre estuvieron en contacto, incluso después de que terminé el programa. Preguntaban cómo estaba, si necesitaba algo,» comenta. Este seguimiento es esencial para los participantes que, como Nico, enfrentan una montaña rusa emocional al adaptarse a una nueva vida.
La asistencia también se extendió a momentos críticos, como cuando Nico expresó al equipo de Alia Protegida el deseo de visitar a su familia en Argentina después de meses intensos con vivencias difíciles. En ese momento, Sojnut y Keren Hayesod pagaron su pasaje. “Sentí que alguien estuvo ahí para hacer todo lo posible para que yo pueda viajar y ver a mi familia después de tantos meses, estar con ellos. Me sentí acompañado, pude hablarlo y que haya solución», dice con gratitud.
Un futuro personal prometedor
Dos años después de su llegada, Nico se siente satisfecho con sus logros. «Estoy contento de haber alcanzado muchas metas, tanto económicas como personales. Si no hubiera puesto de mi parte, no hubiera logrado nada», reflexiona. Su historia es testimonio del impacto positivo de Alia Protegida, que facilita una inserción acompañada y el apoyo necesario para construir una nueva vida. «En Israel tenés un abanico más grande de posibilidades. Podés soñar, y podés cumplir lo que soñás,» afirma con entusiasmo.
El programa también juega un papel crucial en mantener la conexión entre la comunidad judía en Argentina e Israel, especialmente en tiempos de crisis. «El apoyo de la comunidad es esencial para continuar ofreciendo este programa,» enfatiza Nico. A pesar de los desafíos, como el reciente conflicto en Gaza, el respaldo continuo demuestra el compromiso de la comunidad global con el bienestar y el éxito de los jóvenes como él.
El mensaje motivador
Nico participa de las reuniones con los candidatos del programa, para contar su experiencia y motivar a quienes tienen dudas o miedos. A los jóvenes que consideran hacer aliá, Nico ofrece un consejo claro: «Que se animen, que lo hagan. Todo depende de uno. Pasás por muchas emociones, pero es un cambio positivo y es posible.» Su propio viaje de superación es una prueba de que con determinación y apoyo, los sueños pueden hacerse realidad.
El éxito de Nico Obertiner y otros participantes de Alia Protegida subraya la importancia de programas como este, que no solo ayudan a individuos a transformar sus vidas, sino que también fortalecen los lazos entre las comunidades judías en todo el mundo. Para aquellos interesados en apoyar este programa, se puede colaborar con Keren Hayesod Argentina haciendo una donación que permitirá que más jóvenes tengan la oportunidad de cambiar sus destinos.
Para más información sobre cómo colaborar con Alia Protegida y apoyar a jóvenes como Nico, los interesados pueden visitar https://cuja.org.ar/
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