No queremos ser pájaro de mal agüero, pero inevitablemente, pensamos en eso, en la frase con la que titulamos este editorial, al leer las declaraciones que el Presidente de Irán Mahmud Ahmadinejad formuló ante Ivonne Passada, Presidenta de la Cámara de Diputados, que encabezó la delegación multipartidaria a la República Islámica, primera parada en una gira por Oriente Medio, que incluye también a Líbano, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait y Bahrein.
“Irán quiere al presidente Mujica, a la oposición y al pueblo. Éxito al pueblo” le dijo el martes el mandatario iraní a sus huéspedes. Lo que nos preocupa es que en general, cuando la gente se quiere, se busca la mutua cercanía..Pero en este caso, Dios nos guarde de esta aproximación.
La inserción iraní en América Latina, no tiene como objetivo ayudar a desarrollar a sus pueblos ni aportarles una vida mejor. El objetivo es estratégico, de fondo, y está relacionado al deseo de tener posiciones de avanzada en las que le resulte cómodo maniobrar de acuerdo a las metas del régimen islámico, así como también salir del aislamiento internacional en el que ha colocado a Irán su propio Presidente, por sus políticas y declaraciones.
El tema es que no se trata de una mera presencia con la que puede haber algún problema de choque ideológico, sino de un verdadero riesgo a la seguridad. Cabe recordar que el Ministro de Defensa de Irán y otras figuras que ocupaban altos puestos en el régimen-como el ex Presidente Rafsanjani-están requeridos por Interpol, por el rol que se les atribuye y se sostiene jugaron en el atentado contra la AMIA en Buenos Aires años atrás.
No llegaremos siquiera al punto que expresó semanas atrás el escritor Lincoln Maiztegui Casas, quien en una entrevista que nos concediera dijo claramente que si por él fuera, sería mejor cortar relaciones con el régimen actual de Irán. Nosotros tenemos claro que no se mantiene relaciones diplomáticas únicamente con regímenes afines a la ideología y línea política de uno, sino que países-en general, todos los países del mundo- intentan maniobrar entre la ideología y los intereses económicos y comerciales. Si Uruguay vende arroz y carne a Irán, y si existe ahora la posibilidad de venderle también citrus y ganado, son ingresos para el país y sería muy difícil pretender que se renuncie a ello. Sería bastante ilógico y propio de cuentos de hadas si Uruguay lo hiciera…
Pero la gran pregunta es si acaso la continuación y hasta incremento de las ventas, tiene que pasar necesariamente por lo que parece ser una tendencia a acercarse a Irán también a otros niveles. Ojalá estemos equivocados.
De fondo hay toda una estrategia de consolidación de los lazos con Sudamérica. El Canciller de Irán Salehi dijo que estos son “estratégicos y muy valiosos”.Y nos preguntamos qué habrá querido decir…Lo mismo, en relación a lo dicho por el Presidente del Parlamento de Irán, Ali Larijani, quien señaló que “los lazos económicos entre los dos países deben expandirse al nivel de su cooperación política”.
Y también acá nos preguntamos…qué habrá querido decir. Es que en situaciones normales, eso simplemente sería expresión de un normal acercamiento entre países amigos. Pero cuando de un lado hay un régimen siniestro como el iraní, no estamos tranquilos. Y eso no tiene nada que ver ni con la carne ni con el arroz. No entendemos para qué necesita Uruguay ese acercamiento…
Otra expresión de cierto asombro merece una cita atribuida en la prensa nacional a la diputada Passada, quien según fuera citada, habría dicho a Ahmadinejad: “Los gobiernos pasan, los líderes también, son los pueblos los que hacen los procesos de cambio”. Estimamos que Passada no estaba debatiendo filosóficamente con su anfitrión sobre las características básicas de toda democracia…ya que para eso, no alcanzaría ni con el traductor.
Cabe preguntarse si fue un comentario al pasar o una recomendación….La segunda opción tendemos a descartarla, ya que los diputados aclararon de antemano que no iban a plantear por su iniciativa la problemática de las violaciones de los derechos humanos en Irán. Ojalá hayan cambiado de opinión y-aunque no se publicó nada al respecto por el momento, que nos conste- esa cita de Passada haya tenido como objetivo recordar a su interlocutor que Uruguay da importancia a los cambios democráticos y al rol del pueblo en todos ellos….Lamentablemente, tememos que no haya sido así.
De todos modos, aunque el traductor haya estado presente, no nos parece que Ahmadinejad haya podido entender realmente el sentido de la frase. Es que no va con su mentalidad ni con el carácter de su régimen.
Difusion: www.porisrael.org
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