Esta foto me inspira mis sueños guajiros de que alguna vez pudiera obtener un pequeño yate y surcar el ancho mar.
Hoy en día lo único que hago en mi tina es darle cuerda a las landitas de juguete. El chiste es no perder la ilusión.
Y no pensar que en la nave nos olvido por lo de la nave del olvido.
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