El ministro de propaganda de Hitler, Joseph Goebbels, «estaría» feliz con las redes sociales de hoy día y las usaría para culpar a los judíos por el coronavirus

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A la entrada al Salón de Recuerdos del Museo al Recuerdo del Holocausto en los Estados Unidos se puede observar una cita del General Dwight D. Eisenhower, Comandante Supremo de las Fuerzas Aliadas, del campo de concentración Ohrdruf el 15 de abril, 1945, en la que advirtió «Las cosas que vi desafían y superan cualquier descripción posible… La evidencia visual y el testimonio verbal de inanición, crueldad y bestialidad fueron tan abrumadores… Realice la visita deliberadamente, para estar en condiciones de evidenciar en persona estos hechos si alguna vez, en el futuro, se llegue a desarrollar alguna tendencia de hacer propaganda de estas acusaciones».

Mañana se cumplen 75 años desde que el General Eisenhower diera tal poderosa declaración. Sus palabras pusieran ser utilizadas para describir el desenfrenado y rampante antisemitismo y negación del Holocausto que ahora encuentra terreno fértil en la red. Mientras Yom HaShoah – Día del Recordatorio del Holocausto – se celebra el 20 de abril, los eventos de los últimos dos años y los que ocurren a diario en todo el mundo son recordatorios de un antisemitismo sin precedentes que ocurre precisamente hoy día. A menudo, lo que impulsa estos ataques es la instigación a la violencia en la red. El ministro de propaganda de Hitler Joseph Goebbels «estaría» feliz con las redes sociales de hoy día – y posee muchos seguidores.

Del mismo modo que es imposible imaginar el desarrollo del movimiento global yihadista sin Internet, se puede decir lo mismo sobre el desarrollo actual y la propagación del antisemitismo. Los principales motores de búsqueda y las plataformas en las redes sociales, tanto establecidas como convencionales, nuevas y oscuras, ocupan un lugar destacado en la creciente expansión del odio y en instigar la violencia contra los judíos. Google, Facebook, Twitter, YouTube, Telegram e Instagram, sin mencionar las redes secundarias conocidas por albergar contenido antisemita – son todos responsables de ello.


Si bien estas compañías están bajo presión para que instituyan cambios sobre temas desde contenido terrorista a la interferencia electoral rusa a diversas formas de «noticias falsas», también deben ser presionadas para encontrar soluciones por el antisemitismo que estas organizan y promueven. Esto ciertamente aplica a la gran cantidad de antisemitismo en todas las redes sociales relacionadas al brote de coronavirus.

En estas plataformas mencionadas anteriormente, los grupos neonazis y supremacistas blancos están utilizando ahora el tema de la pandemia como una oportunidad para difundir el odio contra los judíos y contra otras minorías, especialmente los chinos, algo que los yihadistas también han hecho. Un número creciente de estos grupos y sus partidarios especulan que la pandemia es un total engaño; algunos dicen que la crisis de salubridad global está siendo orquestada por los judíos y estos están involucrados en ataques cibernéticos, tales como la piratería a reuniones realizadas en la red por sinagogas y organizaciones judías. Esto resalta la creciente dependencia de los terroristas nacionales dentro del ámbito cibernético, además de piratear, utilizar codificación cifrada, recaudar fondos utilizando las criptomonedas y continuar expandiendo sus esfuerzos de reclutamiento a sus organizaciones.

Estos también están utilizando la pandemia para propagar el miedo en la red y lo más preocupante es que, han pedido infectar deliberadamente a los judíos con el virus fuera de la red. Existe gran plática en la red en el que participantes afirman estar infectados y buscan convertirse en armas biológicas. Se discuten los lugares para propagar la infección, entre ellos supermercados y hospitales. También se discute visitar sinagogas y toser sobre la cara de los rabinos.

La vasta y creciente cantidad de antisemitismo en la red hoy día que impulsa a los grupos terroristas nacionales y supremacistas blancos iguala la gran cantidad de contenido yihadista en la red que desempeñó un papel directo en el rápido crecimiento del EIIS. En el 2014, la difusión del video de la decapitación del periodista estadounidense James Foley por el EIIS en Twitter y YouTube llevó a las empresas a tomar medidas. Del mismo modo, los ataques a las sinagogas en Pittsburgh y Poway, vinculados a las redes sociales, deberían haber motivado a las plataformas para que estas finalmente aborden el antisemitismo en la red, pero hasta este momento no lo han hecho.

Estas plataformas incluyen a 8chan, en donde el atacante terrorista de Poway, el atacante de la mezquita Christchurch y el atacante del Walmart en El Paso publicaron sus manifiestos; Gab, la aplicación donde el atacante terrorista de Pittsburgh publicó advertencias antes de su ataque y Facebook, donde el terrorista de Christchurch transmitió en vivo el suyo. Mientras que 8chan fue desconectado luego de atentado en El Paso, ahora ha retornado con una nueva denominación 8kun.

Al igual que un Der Stürmer moderno, la publicación propagandística nazi, estas aplicaciones y redes en Internet difunden contenido antisemita, que abarca desde libelos ya desgastados por el tiempo como libelos de sangre y los Protocolos de los Sabios de Sión hasta teorías conspirativas. Estos presentan relatos de conocidos antisemitas y negadores del Holocausto, incluyendo a David Duke y a grupos tales como el Ku Klux Klan y muchos otros no muy conocidos, pero que son los principales influyentes sobre los supremacistas blancos y grupos terroristas domésticos. Sus videos, audios y libros, sin mencionar la propaganda y los verdaderos recuerdos de la era nazi, también se encuentran fácilmente disponibles en la plataforma Amazon.

Miles de videos de Hitler, de la Alemania nazi y otros contenidos nazis, incluyendo los temas de Der Stürmer, son compartidos, clasificados con un me gusta, tuiteados y enviados en estas plataformas. Al mismo tiempo, también prevalece un material más reciente, como los llamados explícitos para atacar y asesinar judíos, incluyendo guías para «cazar» y nombrar a judíos específicos a fin de que se cometan actos violentos, violencia e incluso asesinatos. Recientemente se informó que en un canal en la aplicación Telegram, presuntos neonazis están señalando a judíos y utilizan una retórica violenta en su contra, incluyendo aquellos que dicen «[Nosotros] deberíamos asesinar a todos estos judíos. ¿Quién está conmigo?»

Los antisemitas en las redes sociales también están utilizando otros métodos muy sofisticados, incluyendo bots, para de esta manera facilitar sus esfuerzos y también se hacen pasar por prominentes rabinos ortodoxos y otros líderes judíos en la red, creando falsas cuentas Twitter y demás que promueven un contenido antisemita virulento. Un usuario anónimo en la plataforma 4chan explicó: «Debemos crear un movimiento masivo de falsos perfiles judíos en Facebook, Twitter, etc.» para evitar la censura a las empresas en las redes sociales y difundir teorías de conspiración sobre la participación judía en la esclavitud, la economía global, los medios de comunicación y la industria pornográfica.

Los grupos antisemitas que anteriormente estaban en terapia intensiva, vía las redes sociales, están recibiendo nuevos aires; la vieja y agotada propaganda está ganando nuevos adeptos; y la comunidad de enemigos en la red crece exponencialmente. Estas actividades en la red es otro recordatorio de que las compañías de tecnología y el Congreso, aún no logran abordar el tema de evitar que grupos racistas y de odio utilicen sus plataformas tan libremente. Durante años, miembros del Congreso bien intencionados han intentado sin éxito abordar este problema, pero hasta ahora no han tenido ningún impacto serio sobre ello. Las empresas de tecnología deben lograr estándares con la industria para hacer frente al rampante antisemitismo. Estos deben instituir un cambio revolucionario, antes de que se inicien aún más ataques a través de sus plataformas. No debería suceder otro atentado a la sinagoga El Árbol de la Vida para lograr así un progreso verdadero.

*Steven Stalinsky es Director Ejecutivo de MEMRI (Instituto de Investigación de Medios de Comunicación del Medio Oriente), que, a través de su Proyecto Supervisión a la Amenaza Terrorista Interna (PSATI), trabaja activamente con el Congreso y las empresas de tecnología para la búsqueda de formas sobre el cómo combatir el antisemitismo en la red.

Acerca de MEMRI

El Instituto de Investigación de Medios de Información en Medio Oriente (MEMRI) explora el Medio Oriente a través de los medios informativos de la región.

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