Escuché en una radio de Amplitud Modulada (AM 740) una serie de comentarios que me llevaron a buscar aquellas referencias que mencionaban y sus posibles derivaciones.
Caí en una serie de publicaciones, que con una redacción pseudo-científica, da cuenta de historias vinculadas a una red de judíos, descendientes del obscuro pueblo Jázaro o Kázaro.
Concretamente, hablando de la Reserva Federal en EE. UU., uno de los locutores dijo que está manejada por los “judíos Jázaros”. En la página “Mente Alternativa” (https://www.mentealternativa.com/jazaros-reserva-federal/) hay un relato que, en resumen, dice así: “La Guerra de Divisas (2007)…, Song Hongbing desarrolla el argumento de que los países occidentales y particularmente los Estados Unidos están controlados por una élite de banqueros internacionales que usan la manipulación de divisas para enriquecerse. Uno de los ejes de la teoría que vincula a jázaros y sionistas con el control de los centros de poder del sionismo internacional es el hecho de que el papá de Netanhayu, al igual que Jabotinsky que es el ideólogo del sionismo, y todo el grupo liberal de Likud y los Rothschild, tienen ascendencia jázara. Además de la casualidad que, de los 13 bancos de Nueva York, 10 están en manos de los sionistas cuya mayoría son jázaros. Asimismo, la Reserva Federal de los Estados Unidos, desde Allan Greenspan, está en manos de jázaros, como Ben Shalom Bernanke y Janet Yellen quien además trajo a Stanley Fischer de la banca de Israel.”
El argumento central es el siguiente:
- Todos los que manejan la Reserva Federal tienen ascendencia de judía askenasin y/o georgianos,
- La Reserva Federal es la culpable de la crisis de los mercados emergentes y de la miseria del pueblo
Entonces: - Todos los que tienen ascendencia judía askenasin y/o georgianos son los culpables de las crisis de los mercados emergentes y de la miseria del pueblo.
El argumento es tan básico, como peligroso y su repetición en el tiempo implica que sigue siendo efectivo.
La relación existente entre la maldad del colectivo Askenasin y Georgiano se mantiene desde la edad media y su vinculación con el imperio Jázaro es lineal.
La tesis central del argumento antisemita radica en el odio racial, por tanto, la vinculación del colectivo atacado con una determinada estirpe y ello involucra por tanto a una etnia determinada.
Veamos: Jazaria o Kazaria tiene una importancia en el estudio del origen del idioma Idish. La idea de que este idioma eslavo es un dialecto fue impuesta por el antisemitismo alemán y la afirmación que se trataría de una lengua muerta. Los estudios históricos sobre el reino Jázaro pasan por muchos elementos, el lingüístico “Diccionario Jázaro” de Milord Pavić, la literaria de la mano de la novela: “Los Jázaros” de Marek Halter y el político: “Judíos kázaros: La Decimotercera Tribu” de Arthur Koestler. En estos textos, más allá de su intencionalidad y enfoque, coinciden en afirmar que este es el idioma de este imperio y, por tanto, carece de ese carácter de apéndice del alemán.
La desconfianza sobre la judería del norte de Europa, en detrimento de las del mediterráneo, es notable, inclusive el ataque principal de los jerarcas fascistas (Franco, Musolini, Hitler y sus delegados, con excepción del régimen de Portugal) tenían su principal objetivo en la rama Askenasin y parecidas que tenían al Idish como idioma en común.
La notable diferencia que Franco (Fascista Español) hacía respecto de “sus judíos” expulsados en 1492 y su revisión del Sefarad y, los del norte del Europa hasta lo puso en crisis con sus aliados, ya que le exigían la deportación indiscriminada. Situación muy diferente a la de los italianos y griegos que fueron deportados a partir de 1942 a una muerte segura en los campos de concentración.
Más modernamente, la responsabilidad de estos Askenasin y georgianos como arquetipo del judío, barbado, encorvado, sucio, con pelos en la nariz (tradicionalmente de gancho) sobre todas las plagas del pueblo se fue sofisticando, de responsables de las epidemias, tormentas, terremotos e incendios, pasaron a ser responsables de los efectos del capitalismo salvaje, personificado en los banqueros. Esta figura de los banqueros ya estaba presente en el Sefarad, pero en convertirse en la mano invisible que manipula a los gobiernos, los eleva y los derroca, aparece con la familia Rothschild.
Más allá del mito, esta familia judía Askenasin, por tanto, Jázara, fue la responsable principal de la caída alemana ante los aliados en la primera guerra mundial y unía tanto a fascistas como a bolcheviques, eran la forma más personificada del mal en sí mismo.
Por tanto, judío era sinónimo de riqueza, riqueza era sinónimo de Rothschild y éste lo era de Jázaro,
por tanto:
“todos los judíos jázaros son ricos como lo eran los banqueros”
Esta posición llevada al paroxismo trascendió todos los niveles: el sionismo, como único factor político que llevó adelante la creación de un estado nacional judío, fue el producto de los jázaros y, ello implica de los Askenasin, por tanto, una vez creado el nuevo estado, la oposición interna consistió en la oposición a la implementación del idioma Idish como nacional.
A su vez, Jázaro y Askenasin, son sinónimos de gueto y de lo holocausto y por ello, aun el fundamentalismo ortodoxo (muchos, de ese presunto mismo origen) sostiene que éste fue el producto de malos judíos.
De hecho, el rabino Yosef Tzvi ben Porat sostuvo, entre muchas otras cosas, que tanto hitler como el músico wagner no perseguían a los judíos por su religión, ya que a aquellos que odiaban eran a los bolcheviques y a los asimilados, personificando en Trosky y Mendelson esas dos ideas, denostando al gobierno israelí laborista por ocultar los textos de estos dos pensadores que enfatizan su respeto por aquellos que cumplen con la Tora y con aquellos principios defendidos por ellos.
A su vez, la izquierda reinterpreta esas palabras y las expone más o menos del siguiente modo: los jázaros askenasin no son judíos de raza, por tanto, no son semitas sino europeos que descienden de una tribu que proviene del Mar Negro y que con el tiempo se convirtió al judaísmo y siguió la agenda de la especulación financiera de mano de la familia Rothschild, (https://www.mentealternativa.com/hitler-judios/).
Ante este tipo de afirmaciones surgen algunas preguntas pendientes: ¿hitler tendría razón en su eliminación sistemática de estos individuos denominados jázaros?, ¿la Shoah estaría justificada entonces?
El énfasis entre el negacionismo de la Shoah, hasta su justificación se centra en una serie de argumentos xenófobos que consiste en que sus víctimas son culpables y que por ello está justificada su eliminación.
Si nos centramos en los argumentos principales de los holocaustos modernos, la planificación de la extinción de un sector, minoría o grupo diversos, por motivos de raza, sexo o religión por parte de un estado, se funda sustancialmente en la creencia de éstas de los argumentos de la mayoría, primero se crea la conciencia sobre los defectos e inflexiones del colectivo a eliminar y después, con el apoyo social y normativo se lleva a cabo. (Conf., Daniel Feierstein, Seis Estudios sobre el Genocidio -2007- e Introducción a los estudios sobre genocidio -2016-)
Tanto los dichos de los fundamentalistas judíos o árabes, como la historia reciente de la Shoah, se fundaron en la imposición social y cultural de la maldad que proviene del pueblo judío, en especial, el del norte de Europa, zona de los Montes Cárpatos y del Río Volga, con dudosos trabajos sobre estudios de ADN que, a veces encuentran su vínculo semita y, por el otro lo desconocen.
El argumento de la izquierda populista latinoamericana, tan absurda como contradictoria, recoge este esquema de pensamiento y reaviva la vieja idea de los judíos ricos que se comen a los pobres del continente, a través de los centros del capitalismo, como ser la Reserva Federal de los EE. UU., Bancos Centrales del Reino Unido, a través de la Banca Rothschild.
El argumento central a favor de demonización de los judíos askenasin consiste en su ubicación en la diáspora, pero lo cierto es que tanto en Alemania como entre los mares Caspio y Negro, se trata de un pueblo nómade que se movió dentro de los territorios del imperio Romano, primero de oriente y después de occidente y, para los fundamentalistas, fue que el sionismo nació, se desarrolló y obtuvo su resultado en la creación del actual Israel dentro de los mismos límites en que nació el movimiento Masorti o Conservador, que no pone el énfasis en la cuestión genética racial.
La fobia al judío, presuntamente Jázaro, es equivalente en los fundamentalistas, a la que los presuntos rabinos ortodoxos xenófobos le tienen al movimiento conservador, que cumple con la Tora y cumple con los mandatos de los profetas, muy a diferencia de la gran mayoría de la ortodoxia que desconoce aquellas mitzvot que no acepta.
La intolerancia de los grupos extremistas, tanto, los fascismos, los bolcheviques y los fundamentalistas judíos, árabes y sus colaboradores, tienen los mismos orígenes: el oscurantismo, el dogmatismo y el fanatismo, que se reflejó en la literatura, la política y hasta la misma historia.
Fin de la primera parte
Excelente articulo con un gran aporte para esclarecer cuestiones vinculadas al sentir y a la cultura.