Ubicado entre Positano y Amalfi, una costa que cuenta con algunas de las vistas más hermosas del mundo, el Monastero Santa Rosa es la encarnación de lo más sofisticado y fascinante de esta parte de Italia. Un portal al pasado y a la vez una expresión artística contemporánea, esta joya tiene un alma única, tangible, que se respira y vive en cada uno de sus mágicos espacios: la cautivadora esencia de la ‘dolce vita’.
Aislado en la famosa Carretera Azul cerca del pintoresco pueblo pesquero de Conca dei Marini, Monastero Santa Rosa logra el equilibrio perfecto entre reclusión sin soledad. Dentro de este antiguo convento nos encontramos con una obra de arte, una oda a la belleza y el buen vivir que nos sumerge en lo más exquisito y autentico de la fascinante de Amalfi.
Originalmente un monasterio del siglo XVII, Monastero Santa Rosa ha sido restaurado con afecto y respeto en un exclusivo hotel boutique y un extraordinario spa de lujo en honor a su patrimonio histórico. Encaramado en el borde del acantilado, el hotel se encuentra solo en majestuosa soledad, su base de roca evoca la túnica de un rey.
Aquí nos resulta fácil imaginar a monjas envueltas en su tradicional traje de lana blanca y gorra negra, ocupadas horneando deliciosos pasteles rellenos de crema en la cocina de un monasterio del siglo XVII encaramado en el promontorio más espectacular de Conca dei Marini. En el antiguo monasterio la orden de hermanas hornearon exquisitos postres hechos a mano. Su sfogliatelle, una masa rellena en forma de concha, se hizo conocida como “Santa Rosa” y de ahí nació el nombre de este ícono.
Abandonado por muchos años, el monasterio fue meticulosamente restaurado a su gloria por la visionaria Bianca Sharma, la actual propietaria de Monastero Santa Rosa Hotel & Spa, quien, con cada paso del proceso de renovación, consideró el pasado y revivió el espíritu de Santa Rosa para mantener viva y relevante su memoria histórica.
Hoy en día, la atmósfera original del monasterio permanece siempre presente en su diseño actual. Los amplios jardines escalonados que caen en cascada a una piscina de borde infinito, parecen abrazar las vistas panorámicas desde el borde de una imponente fachada de acantilado que cae dramáticamente hacia el tranquilo azul de la costa de Amalfi.
Un mágico lugar de abundante aroma a romero y limón, Monastero Santa Rosa un verdadero portal al pasado.
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