Durante décadas, Myanmar se encontraba fuera de la mira de los viajeros. Hoy en día, sigue siendo un destino turístico exótico e intacto donde el paisaje está salpicado de templos dorados y donde prevalecen las arquitectura tradicional birmanas, aunque cada día más viajeros se están percatando de las maravillas de este misterioso país.
Una ciudad paralizada en el tiempo, Bagan es el corazón espiritual y religioso del mágico país de Myanmar, en el sudeste asiático. La mayor concentración de templos y pagodas budistas llaman a este espacio misterioso su hogar, esparcidos hasta el horizonte, casi ocultos en la neblina de la mañana.
En esta mágica ciudad, más de 4,000 templos se alzan en pocos kilómetros cuadrados dejando una estampa espectacular. Se empezaron a construir a partir del siglo XI bajo el reinado de Anawratha, uno de esos reyes con delirios de grandeza que quería que el mundo entero conociera lo poderoso que era su imperio.
La travesía mágica del Belmond Road to Mandalay inicia en Bagan, una de las ciudades más antiguas y sorprendentes.
El tranquilo ritmo del agua del río, brillante bajo la luz del sol de Myanmar, fue la fuente de inspiración para la hermosa e impactante arquitectura que se alza a su alrededor. Admirando este esplendor desde el crucero, un espacio de lujo y sofisticación que representa la perfección del servicio y la calidad de Belmond –pionero en viajes de lujo por el río desde hace más de 20 años–, nos dejamos llevar por el relajado paso del tiempo de este lejano rincón del mundo.
Cada día en el río comienza con el sonido del canto devocional de los monasterios junto al agua, seguramente una de las llamadas de atención más bellas del mundo.
Cada pueblo es mágico y particular, son sus pagodas de intrincados diseños, otros con coloridos mercados, y uno hasta con una reserva animal. En este país budista, se puede ver el increíble momento de la ordenación de nuevos monjes, a quienes se les rapa y viste con sus tradicionales túnicas de color granate.
El crucero embarca por las noches ya sea en medio del río o en algún puerto cercano, dejándonos descansar con el suave vaivén de las olas. Además de los paisajes y las visitas a tierra firme, la vida a bordo del crucero es una sinfonía de sabores.
Belmond se dedica a crear experiencias únicas. En nuestra segunda noche abordo Road to Manday, el equipo Belmond prendió dos mil dieciocho velas que rodearon al crucero, flotando con la marea del río Ayeryarwaddy, bajándonos las estrellas al son de música clásica.
Belmond es una colección global de excepcionales aventuras de viajes de lujo y hoteles en algunos de los destinos más estimulantes y enriquecedores del mundo, y adaptándose a los deseos de los que amamos viajar y recorrer el mundo en trenes, bicicletas, elefantes y cruceros de lujo.
Este inspirador y mágico ‘journey of a lifetime’ concluye en Mandalay, cuyo nombre mismo evoca un sentimiento de asombro. De una tierra y un reino lejano y místico, la antigua capital de Burma fue construida con el propósito de cumplir con una profecía budista que hacia referencia a la creación de una metrópolis religiosa a los pies de Mandalay Hill.
https://www.belmond.com/river-cruises/asia/myanmar/belmond-road-to-mandalay/
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