Harold Pinter es considerado como uno de los grandes creadores no solo de textos y obras teatrales, sino de una generación.
Su trabajo tendría parangón con Shakespeare al abordar y analizar la sociedad de su época dentro de lo absurdo.
Los años 60´s fueron esenciales, desde finales de los cincuentas se empezaban a gestar los cambios en muchas sociedades inclusive en países donde ahora la mujer está restringida, en aquellos tiempos en Afganistán no se notaba diferencia con respecto a occidente.
Enrique Singer se ha caracterizado por su etilo de dirección, ha generado grandes puestas en creatividad y estilo, en esta ocasión con parte del exitoso grupo de Oleanna llega al Helénico con un gran elenco como lo son Juan Manuel Bernal, Marina de Tavira, Bruno Bichir que nos recuerda a un sabroso Woody Allen y Miguel Angel Loyo como el mesero, corren los años setentas en Londres, después de una exposición, dos amigos se encuentran para hablar de sus vidas.
El absurdo, característica del autor está presente desde el inicio, dentro del juego de parejas de la primera pareja, relacionada con el resto de los personajes.
El uso discrecional de video y los ya tradicionales cambios ante el público, los tonos grises y cafés recuerdan otra época junto con los muebles.
Nos habla de equidad de género absoluta, se refleja en la puesta el simplismo británico, otro personaje que aparece cuando es mencionado, con un juego teatral atemporal que no sigue un discurso de tiempo porque salta del presente al pasado, además de la importancia de los personajes mencionados aunque no aparezcan en escena.
Los secretos se van recordando a lo largo de la historia, seco, cortante y tajante el humor.
Los cambios de vestuario de los actores sobre todo de Marina, las transiciones se marcan con el cambio de escenas, hecho por el mismo elenco, otro personaje que aparece en menciones juega un papel central e hilo conductor, al igual que el squash.
Nos recuerdan esas obras que no sucede nada, cuando llegan al clímax, no pasa nada simplemente todo sigue igual.
Los invitamos a que asistan al Teatro Helénico los viernes a las 19.00 y 21.15 horas, los sábados a las 18.00 y 20.30 horas y domingos a las 17.30 y 20.00 horas en Revolución 1500.
Para quienes hayan vivido esas épocas les parecerá estar viviendo de nuevo, una obra bien puesta con buenas actuaciones, que seguramente les hará pasar un rato muy agradable.
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