San Miguel de Allende es un gran compendio de elegancia cultural y arquitectónica, es personalidad contrastante y seductora, es armonía sensible de majestuoso pasado y belleza edificada. Hablar de San Miguel de Allende es llenarse de recuerdos y de deseos por volver a recorrer sus calles, por descubrir las bellezas distintivas de cada parte del estado, y de llenarse el alma de sus sabores. Este pueblo mágico lleno de cultura, historias y tradiciones, se salpica con el colorido de sus callejones empedrados, de la arquitectura de las casonas antiguas, de museos y actores vestidos a la época que recrean los sucesos más significativos de antaño.
Una innovadora propuesta hotelera, La Santísima Trinidad se encuentra entre dos pueblos mágicos, a solo 15 minutos de San Miguel de Allende en dirección a Dolores Hidalgo, Guanajuato. Fusiona un concepto arquitectónico y de paisajismo excepcional con la mejor tecnología enológica usada para obtener vinos de extraordinaria calidad.
Con una vista panorámica de campos de lavanda, olivos y situada entre viñedos, su vinícola es un lugar sobresaliente en donde se ofrece una experiencia única para disfrutar, aprender y relajarse contemplando un maravilloso paisaje. Este magnífico y bello hotel es una edificación de sofisticación y exquisitez.
La Santísima Trinidad también es un desarrollo inmobiliario, único en su tipo en el país, que ofrece a sus copropietarios la posibilidad de vivir y disfrutar la magia de tener una finca en el campo pero sin tener que destinar la inversión, el esfuerzo y la atención que esto requiere.
La Santísima Trinidad está compuesta de tres elementos: viñedos, olivos y divinas casas que nos hacen sentir en la Toscana. Con una vista panorámica de campos de lavanda, olivos y situada entre viñedos, el hotel boutique tiene un estilo único y muy suyo.
Aprovechando las características especiales del clima y de la tierra del lugar, cada terreno de una hectárea en promedio se entrega con una superficie para el área habitacional, donde el condómino puede construir su casa, jardín, alberca, asador, terrazas y el huerto de sus sueños, aunque siempre siguiendo el reglamento de construcción que se encarga de garantizar la armonía arquitectónica de todo el desarrollo. Aproximadamente el 85% de la superficie del terreno, es destinado para viñedos, olivos y campos de lavanda, completamente tecnificados y con riego por goteo, que permiten el correcto desarrollo de los tres cultivos, los cuales están bajo los meticulosos cuidados y la profesional supervisión de la administración del condominio.
Rancho San Lucas es el segundo hotel que se abrió de la Santísima Trinidad, donde los huéspedes nos encontramos rodeados de naturaleza pura, viñedos y lagos artificiales. Su arquitectura de estilo Toscano me regresó a los pequeños pueblos perdidos entre los viñedos de Italia.
Con un concepto basado en detalles y en servicio personalizado, el Rancho San Lucas es un paraíso para quienes se quieren alejar del ajetreo y realidad de la Ciudad de México, ofreciendo un espacio de paz y silencio dentro de un entorno encantador.
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