En estos días se abrió en Beth Hatfutsoth (Museo de la Diáspora) una exposición organizada por el Mossad, que contiene los artefactos y actividades llevadas a cabo en Argentina para la captura de Adolf Eichman. En la entrada aparecen los nombres completos de todos los miembros del Mossad que habían tomado parte en esa operación. Esas personas que conocíamos por el barrio o el colegio de nuestros hijos, son los héroes a los que hoy se reconoce públicamente.
Con ese motivo y por tratarse del Mossad, me referiré ahora a una historia que suena inverosímil. La de Ashaf Marwan, yerno del presidente Nasser de Egipto, la cual, a pesar de que ya circulaba y era más o menos conocida por periodistas, salió a la luz por la publicación del libro El Angel (Hamalaj) escrito por Uri Bar Yosef, ex-miembro del Servicio de Inteligencia Israelí, y profesor de ciencia política en la Universidad de Haifa. En dicho libro aparece material de archivo, no conocido hasta ahora, así como entrevistas con altos funcionarios del Mossad y otros involucrados. Es una historia de paradojas acumuladas en la que cada historia fantástica es superada por otra revelación incredible.
Durante años Marwan entregó a Israel los secretos más delicados de Egipto, no sólo información militar, sino también protocolos de encuentros realizados dentro del ejército y de reunions del gabinete egipcio. Entre los miles de documentos que trasmitió muchos fueron expresamente solicitados por Israel. Cuando el liderazgo político egipcio discutía cómo mejorar los armamentos que sus protectores soviéticos proveían, o discutían los acuerdos internos del mundo árabe, el liderazgo israelí pudo seguir atentamente las deliberaciones.. Cuando Egipto se preparaba para la Guerra, el Comando del Ejército Israelí conoció los planes operacionales para el cruce del canal de Suez casi en tiempo real. Casi nunca se ha dado el caso de que un país estuviese tan informado de los planes del enemigo con el que se preparaba para encontrar en el campo de batalla. Pero nunca un país desperdició tanto las ventajas que ya poseía y las informaciones trasmitidas. La generación que vivió la Guerra de Yom Kipur se usa la palabra “mejdal”, (negligencia), que representa la increíble falta de preparación ante el ataque egipcio-sirio.
Pero al conocer ahora las revelaciones sobre Marwan, quizá debería usarse otro superlativo para describir cómo sabiendo Israel todo lo que sabía sobre el enemigo, pudo ser tomado por sorpresa y sin preparación.. Por razones que sólo se pueden inferir, un miembro de la élite egipcia entregó los secretos politicos y operacionales al enemigo mortal de su país. Pero el general Eli Zeira, jefe del Servicio de Inteligencia israelí, tiró la información al cesto de basura. De acuerdo a Bar-Yoseph, Marwan telefoneó directamente a la embajada israelí en Londres en 1970 y se identificó por su nombre. Se hicieron los contactos necesarios. Shmuel Goren, alto ejecutivo del Mossad que se encontraba en Londres por casualidad, sabía que Marwan era yerno del presidente Gamal Abdel Nasser y que de hecho ya se le habia identificado como un recluta potencial del Mossad. Se trataba de play boy bien parecido, quien se encontraba en problemas económicos porque el presidente no permitía que miembros de la familia aceptaran “coimas”. El Mossad había empezado a reunir información sobre él, incluyendo la foto de un periódico egipcio de cuatro años antes, que mostraba a Marwan, hijo de un general, en el día de su matrimonio con Mona, la hija de Nasser. Al recibir el Mossad la primera parte de material, llegaron a la conclusión de que “material como ese y con esa proveniencia es algo que sólo podía ocurrir una vez en mil años”. El hecho de que Marwan había ofrecido sus servicios creó la posibilidad de que se trataba un doble agente, duda que el Mossad invirtió considerables energías en descartar: se le seguía en sus viajes al extranjero para saber con quién se entrevistaba, lo sometieron al detector de mentiras. No hubo indicios de un doble juego y todo el material enviado por él mostró ser exacto.
Obviamente el dinero jugó un papel importante en los inicios de la carrera de Marwan. como espía. Bar Yoseph considera que se le pagó más de un millón de dólares durante esos años, suma modesta considerando la información proporcionada..Ante la insistencia israelí Marwan aceptó encontrarse con el jefe de la sección egipcia de la Inteligencia Militar, el teniente coronel Meir Meir, y posteriormente se reunió asimismo con Tzvi Zamir, el jefe del Mossad, a quien llamaba “General”. Proporcionó información sobre la estructura de las fuerzas armadas egipcias, y sobre planes para el cruce simultáneo del canal por cinco divisions hasta 10 kilómetros al interior de Sinai; en suma todo el material detallado para caso de guerra. La información recibida penetraba tanto al interior de la jerarquía egipcia, que el Jefe del Mossad Zvi Zamir la distribuyó al Primer Ministro, al Jefe del Estado Mayor y al Secretario de Defensa..
Al morir Nasser en septiembre de 1970 el Mossad temió de que Marwan fuese removido de un puesto tan importante. Sin embargo, debido a la lucha de poder que siguió, Anwar Sadat acercó a Marwan aún más con el fin de acrecentar su legitimidad colaborando con el yerno de Nasser. Los nuevos puestos adquiridos permitieron a Marwan adquirir riqueza e importar coches y equipos. Desde su posición en el centro nervioso del mundo árabe, sirvió eficientemente los intereses egipcios, mientras que al mismo tiempo revelaba sus secretos a Israel. Cuando Sadat fue a Moscú en 1971 para requerir armas, Marwan entregó al Mossad el protocolo del encuentro con el líder soviético Leonid Brezhnev. A insistencia de Golda Meir el protocolo fue pasado a la CIA, lo que les permitió entender el diálogo vivo entre el liderazgo soviético y su principal cliente. El asombr norteamericano no tuvo límites y la información proporcionada ayudó a que aceptasen vender a Israel los aviones Phantom, que serían el núcleo de la fuerza área israelí.
Para ir a la guerra Egipto esperaba contar con equipo soviético moderno. Sin embargo, ya en octubre de 1972, un año antes de la guerra, Sadat comunicó a su liderazgo militar que no esperaría armamentos nuevos, y que iría a la lucha con lo que tenía. Su noción era que el ejército egipcio no tendría que avanzar más de 10 kilómetros para lograr sus fines estratégicos. Una vez establecido al lado israelí del canal con la ayuda de los misiles SAM, la comunidad internacional intervendría e impondria una solución diplomática.(que fue lo que realmente sucedió). Marwan comunicó a Israel los nuevos planes y que en enero estallaría la guerra.Zeira desechó la información, convencido que Egipto no se lanzaría sin tener misiles y bombarderos de largo alcance. Nuevamente llegó la información de que Egipto comenzaría la guerra en mayo junto con Siria. Zeira lo descartó y nuevamente tuvo razón, porque los sirios comunicaron a Sadat que no estaban preparados. El Jefe del Estado Mayor David Eleazar admitió esa posibilidad, y prefirió no enfrentarse a Zeira por temor a ser considerado alarmista. Aunque no se movilizaron las reserves, se gastaron grandes sumas en crear nuevas unidades de tanques y otras medidas que resultarían vitales al estallar la guerra.
Los preparativos bélicos se volvieron palpables a principios de septiembre. Siria empezó a movilizar sus tropes en las alturas del Golán. El ejército egipcio empezó fuertes ejercicios a lo largo del Canal de Suez. Zeira atribuyó la movilización siria a un enfrentamiento áereo en el cual fueron derribados 12 aviones Mig. En cuanto a los egipcios, aseguró que cada año había ejercicios similares, por lo que estos hechos eran sólo una coincidencia. Las luces rojas empezaron a funcionar por todas partes. El rey Hussein de Jordania se encontró secretamente con Golda Meir y le advirtió que la guerra era inminente. El general Tal advirtió que el ejército sirio había sido puesto en estado de emergencia. Los soldados en la costa israelí del canal oían camiones descargando material y se veían a oficiales egipcios con binoculars y mapas. La señal más alarmante fue la orden a los soldados de no ayunar en Ramadaán.
A pesar de todas estas señales, Zeira, con terrible autosuficiencia insistía que no habría guerra y no había necesidad de movilizar. Las reservas constituían dos terceras partes del ejército y un porcentaje considerable de la fuerza de trabajo civil. Aseguró que no se podía volver loco al país y estrangular a la economía movilizando las reserves cada vez que los “árabes realizan un ejercicio militar”. Tanto Eleazar como Moshe Dayan le preguntaron si había movilizado “medios especiales”: su respuesta fue que no había necesidad de ello.
Fue Marwan quien los regresó a la realidad. El 4 de octubre, Marwan pidió ver al “General” en Londres, para discutir sobre productos químicos. Esta era la palabra codificada para guerra. Esa noche Zeira telefoneó a Zamir por primera vez, comunicándole que los soviéticos habíen empezado a sacar a las familias de sus consejeros en Siria y Egipto y para eso no tenía explicación. Zamir se encontró con Marwan, quien le aseguró que Sadat estaba decidido a ir a la guerra y que la hora 0 sería al día siguiente a las 6.pm. Zamir informó de ello al liderazgo del país a las 4.30 de la madrugada y se iniiió la movilización del ejército.( que permitió salvar el Golán).
El servicio público de Mrawan terminó dos años después y recibió condecoraciones de Sadat.
La existencia del espía que ayudó a Israel fue mencionada en la comisión Agranat en 1974 pero pasó desapercibida. Zeira fue depuesto por su pésimo análisis de la información. En 1993 Zeira publicó su libro Mito contra realidad: La Guerra de Yom Kipur, donde aseguraba que ese espía era un doble agente que habia engañado a Israel y que dos veces había errado en su predicción
La identidad del agente se volvió pública en 2002 a través de varios peridistas, y en la nueva edición de su libro en 2004, Zeira dio el nombre definitivamente. El ex jefe del Mossad Tzvi Zamir denunció a Zeira diciendo que había violado el primer principio de la comunidad de inteligencia que es, nunca revelar la fuente y pidió juzgarlo por poner en peligro la seguridad del estado. Zeira lo llevó a juicio por difamación, y en un arbitraje de un juez de la Suprema Corte.
Zeira perdió el juicio en 2007. Dos semanas después Marwan saltó o fue empujado desde su departamento en el cuarto piso de un lujoso barrio de Londres. Bar Joseph conjetura que los oficiales de seguridad egipcios le hicieron a Marwan una oferta que no pudo rehusar: o se tiraba del balcón o lo empujaban: Su suicidio no acarrearía consecuencias para su familia y no efectaría su reputación. Así Zeira que nunca vió a Marwan ya lo mencionó en 1993 y fue quien lo puso al descubierto. ¿Porqué hasta 2007 se demoraron los acontecimientos? Muchas conjeturas fueron hechas al respecto, pero ello es material para otro artículo.
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