Es fácil, y casi esperado, que los jóvenes de mi edad nos aburramos en una comida de negocios, aunque seamos solo espectadores. Después de unos cuantos minutos sale el celular y nos vamos agachando más y más en nuestra silla, pero yo creo que alzar la mirada y prestar un oído a la conversación que nos rodea puede sorprendernos.
Disfrutando de una comida exquisita en el Beefbar del Camino Real me percaté de lo mucho que se puede aprender y gozar al dejar el celular en el olvido y enfocarse en lo que dicen los “adultos”. Pronto me encontré perdida entre risas junto a la más que encantadora Diana Miller y mi mamá, Deby Beard. Una plática interesante junto con estas dos mujeres líderes y luchonas me hizo darme cuenta de lo mucho que perdemos los jóvenes al tachar este tipo de junta como algo interminable y aburrido.
Diana Miller es la publirrelacionista de todos los hoteles Camino Real desde hace varios años, tiene pasión y talento por su trabajo y ha manejado la cuenta con mucho éxito, siendo una gran inspiración a muchas mujeres del país.
Deby Beard, mi ejemplo a seguir, es una mujer del mundo que ha dedicado los últimos diez años a promover la cultura del vino, siendo a la vez increíblemente exitosa en las relaciones públicas y el periodismo. Además es la mejor madre del mundo, por supuesto.
Además de la genial compañía con la que me encontraba, tuve la oportunidad de degustar unos platillos fuera de serie del joven chef Eduardo Morali.
De entrada probamos un delicioso consomé de cola de res con dumpling de foie gras, unos betabeles baby rostizados con queso de cabra, vinagre de maple, chile encurtido y cacahuates, y un ceviche de mahi mahi con aceite de chile, cebolla encurtida, maíz y aguacate.
Después probamos algunas de sus exquisitas carnes, como su Bavette y su Rib Eye, acampándolas de los originales esquites Beefbar con mayonesa de cilantro y manchego de oveja, las papas soufflé con aceite de trufa (personalmente, mis favoritas), una orden de espinacas a la crema y unas crujientes papas a la francesa.
Esta maravillosa experiencia culinaria fue acentuada por la belleza de Beefbar y su ambiente chic. El Camino Real cuenta con una gran oferta de restaurantes, todos con su propio encanto; como La Huerta, el Bar Blue Lounge, el Bice Bistró, el China Grill, María Bonita y el conocido Morimoto.
El emblemático hotel de cinco estrellas cuenta también con 712 habitaciones y 5 diferentes tipos de Suites, son contar la Presidencial “Guadalupe Victoria”. Camino Real abrió sus puertas el 25 de Julio de 1968, el arquitecto Ricardo Legorreta combinó un diseño moderno con figuras claramente representativas de las pirámides prehispánicas, creando así una combinación muy bella entre la historia de nuestro país y el lujo de un hotel de la más alta calidad.
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