El planeta tierra cuenta con herramientas que nos permiten vivir de una manera cómoda y placentera, entre las cuales son: los campos, ríos, mares, vegetaciones, frutos, vegetales y animales y aquí nace una pregunta:
¿Quién creó todo esto?
La respuesta de muchos va ser que la naturaleza los creo, sin embargo existimos también los que nos adentramos a algo mucho más profundo y elevado y que está vinculado con la espiritualidad, por lo cual afirmamos que todo estos elementos los ha puesto Hashem para ayudarnos a vivir y por tal motivo debemos apreciar todos estos recursos y jamás quejarnos.
Una de las maneras idóneas de agradecer por todo esto es mediante las bendiciones, entre las cuales están las bendiciones por la fruta, las del vegetal, por la carne del animal, por podernos despertar, por estar llenos de salud y además existe una bendición de primera clase por así llamarla y que engloba a todo y es la bendición del “Birkat hamazon”, estas se establecen después de haber comido pan y Moisés las reconoció como un agradecimiento del alimento que los judíos obtuvieron en el desierto después de haber salido de la esclavitud de Egipto, entre otras bendiciones se refieren a la tierra de Israel y bendiciones por la sagrada ciudad de Jerusalem, sin embargo hay quienes consideran que aún que no comamos pan y hayan comido por lo menos 27 gramos de medida mínima de alimento como trigo, cebada, centeno, avena, uno está obligado a rezar el “Birkat hamazon”.
Esta bendición es muy importante y por lo menos debemos hacerla una vez al día y mejor aún durante el primer almuerzo después del primer rezo (shajarit), sin embargo aún no la podamos hacer durante la mañana, no hay ningún problema, tenemos otras dos comidas, pero lo importante es hacerlo.
Lo importante es que cuando ya estamos satisfechos, llenos de energía y haber bendecido, poder influir a los demás para que lo aprendan.
Escrito por Jaime Levit
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