La historia de la conformación de B’nai Brith en Costa Rica comienza en mayo de 1957 cuando se establece como filial de “Los Hijos del Pacto,” siendo una organización Judía con un sistema de sedes, creada en Nueva York en 1843 como organización no gubernamental de carácter filantrópico, la cual está orientada hacia los derechos humanos, con delegaciones en todo el mundo y además reconocida por Naciones Unidas.
Pero en el País debe entenderse desde el contexto histórico de su fundación, ya que surgió después de uno de los períodos más convulsos en la historia de esta Patria. Debido a que en esa época la Nación se estaba apenas recuperando del intento de invasión que buscaba derrocar al entonces Presidente de la República José Figueres Ferrer electo democráticamente. Por parte de las fuerzas dirigidas por el Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia con el apoyo de Nicaragua, Venezuela y República Dominicana. Así que durante sus primeros cincuenta años de gestión, B’nai Brith tuvo que acoplarse a la situación que dio como resultado la instauración de la llamada Segunda República y que en un proceso de varias décadas llego a conformar lo que hoy conocemos como Costa Rica.
Estando sus partidarios comprometidos con la libertad y la democracia luchando contra el racismo y el fanatismo, en defensa de los Derechos Humanos y la libertad religiosa. Ya que sus agremiados son claros testigos de que la negación a los derechos del individuo conlleva a la pérdida total de la libertad.
Y así fue como veinticinco miembros de la comunidad judía de Costa Rica fundaron la Logia 2094, la cual se dio a la tarea de financiar viviendas a personas de escasos recursos, recaudando fondos y contribuyendo con orfanatos y ciudadelas SOS. Además de su desempeño en el ámbito de la diplomacia y educación, estableciendo relaciones con altos funcionarios del Gobierno y realizando actividades de cooperación con la fraternidad Judeo-Cristiana enfocadas en conferencias, cursos educativos y culturales a la comunidad.
Operando desde el año 2009 como la Logia Itzjak Rabin dirigida en la actualidad por su Presidente Marcelo Burman el cual refundó B’nai Brith para Costa Rica, presidiendo desde el año 2012 la Institución para el Área Norte de Latinoamérica y el Caribe, abarcando el continente desde Ecuador hasta México, siendo conferencista del Foro Enlace Costa Rica-Israel sobre la actualidad del Medio Oriente.
Resaltando que los principales proyectos desarrollados en estos años de su gestión son: El Programa “Los Derechos Humanos, el Holocausto y los Genocidios Recientes,” un plan de educación para docentes de estudios sociales, educación cívica y español sobre la Shoá en los colegios secundarios de todo el país con la participación de más de quinientos profesores, veinte de los cuales gracias al apoyo de Yad Vashem, han viajado a Israel a capacitarse, llegando estos a más de treinta mil participante+s.
Así mismo cada año se conmemora la noche Kristallnacht, la noche de los cristales rotos y se ha traído al país “El Día de Buenas Acciones,” originario de Israel creado por la Fundación Ruach Tová buscando hacer el bien por el prójimo, además del programa Hatzad Hasheini, liderado por Gabriel Ben Tasgal, el cual capacita a los miembros de la comunidad en programas de Hasbará, actualidad en Medio Oriente. Y en el 2014 albergó en Panamá el Policy Conference, encuentro mundial de la Organización.
Por tanto, B’nai Brith cumple una función fundamental en informar, sensibilizar y educar a la sociedad en general y a las nuevas generaciones en el respeto a los derechos humanos, los valores democráticos, la convivencia pacífica entre las personas y el intercambio de ideas entre quienes piensan diferente.
(Especial para el Diario Judío.com de México)
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